1. Propiedades de los gases e impacto en las condiciones atmosféricas en los ecosistemas

Propiedades de los gases

Los gases son fluidos que tienen una capacidad de compresión muy elevada, los cuales llegan a tener cambios muy grandes de densidad con la temperatura y la presión.

Las partículas que componen los gases están muy separadas entre sí, por tanto casi no existe fuerza de atracción de ello.  Existen varios tipos de gases, como son los gases inflamables, corrosivos, comprimidos, licuados, oxidantes,  mezcla de calibración, industrial, mezcla industrial, criogénico o gas tóxico.

¿Cuáles son las propiedades de los gases?

Carecen de forma propia

Los gases nunca presentan una forma propia, más bien tienen la capacidad de adaptarse a la forma que presente el recipiente que lo contendrá.


Propiedades de dilatación y contracción

Los gases llegan a mostrar una excelente capacidad para contraerse y dilatarse como cualquier líquido y sólido. Estos gases se dejan comprimir con una gran facilidad.

Sus moléculas hacen reducir el volumen del gas cuando se acercan una a las otras, lo cual sucede cuando se le aplica una determinada presión.

Propiedades de resistencias

Se trata de la propiedad que presentan los gases para oponerse al movimiento de los cuerpos directamente en el aire. Esta acción sucede por la fuerza roce, donde mientras más velocidad y tamaño tenga el cuerpo será mucho más grande su resistencia.

Propiedades de difusión

Esta propiedad le permite a los gases mezclarse con otros gases con una gran facilidad, esto se debe por el movimiento de sus moléculas.

Fluidez

A través de esta propiedad una gas tiene la capacidad de ocupar cualquier espacio, ya que este no tiene fuerza de unión entre las partículas que le forman.


Propiedades de compresión

Se refiere a la disminución en el volumen del gas lo cual se crea cuando las moléculas que le conforman comienzan a acercarse unas a otras cuando se le aplica cierta presión.

Propiedades químicas

Los gases son considerados como tóxicos, comburentes, corrosivos, inertes y como combustibles. Se consideran inertes porque no arden ni mantiene el estado de combustión. Son combustibles porque pueden arden fácilmente cuando detectan algún medio oxidante o el aire. Es comburente porque logra mantener la combustión.

Por otro lado se le considera como corrosivo ya que llega a afectar los tejidos de la piel o de cualquier material que estén próximo a él; y por último es tóxico porque son perjudiciales para la salud de todo ser vivo, donde al estar en concentración pura puede llegar a ser fatal.

Las propiedades de los gases y la vida cotidiana

Como es sabido, las propiedades de los gases cambian de forma brusca cuando cambian las condiciones externas, concretamente la presión y la temperatura. Este hecho tiene interesantes consecuencias en la vida cotidiana. Así por ejemplo, cuando un buzo profesional se sumerge a una profundidad superior a veinte metros es conveniente que use una botella respiratoria que contenga una mezcla de helio y oxígeno en lugar de aire enriquecido con oxígeno. Esta precaución debe ser tenida muy en cuenta, porque cuando el buzo respira a esas profundidades, la elevada presión externa debida al agua provoca que en su sangre se disuelva una cantidad de nitrógeno (el gas más abundante en el aire) muy superior a la que se disolvería si se encontrara fuera del agua. Este hecho puede afectar a la transmisión de impulsos nerviosos o incluso provocar la muerte del buzo si la ascensión a la superficie la lleva a cabo rápidamente, porque este cambio brusco de la presión externa da lugar a que gran parte del nitrógeno disuelto en su sangre se desprenda formando burbujas que limitan el flujo de la misma. Otra situación de interés relacionada con los gases se produce cuando se cambia bruscamente de altura. Por ejemplo, si un montañero realiza una ascensión de varios miles de metros sin el debido tiempo de aclimatación padecerá el denominado “mal de altura”, caracterizado por la aparición de fuertes dolores de cabeza, cansancio excesivo e incluso, en los casos más extremos, edema pulmonar y cerebral. Estos síntomas se deben a la deficiencia en la cantidad de oxígeno que llega al organismo como consecuencia de la menor proporción de este gas en el aire a medida que disminuye la presión atmosférica, o lo que es lo mismo, a medida que aumenta la altura. Este comportamiento se recoge en una ecuación muy famosa, obtenida por Boltzmann, denominada “ley de distribución barométrica de los gases”. Esta deficiencia de oxígeno produce un consumo excesivo de oxihemoglobina y causa la denominada “hipoxia”. El organismo puede compensar esta carencia produciendo más moléculas de hemoglobina, pero este proceso es lento y requiere hasta varios meses para que el organismo se adapte por completo a funcionar correctamente con poca cantidad de oxígeno. Está totalmente comprobado que las personas que viven a grandes alturas sobre el nivel del mar poseen altos niveles de hemoglobina en sangre.

Revisamos algunas de las propiedades de los gases y su impacto en las condiciones ambientales.

Estamos rodeado de gases, el aire que respiramos es un gas compuesto por 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% una variedad de gases.
Mientras que el nitrógeno y el oxígeno son fundamentales para la vida, hay otros gases que se pueden considerar como el desecho de las actividades de los seres vivos o resultado de la descomposición de estos.

¿Qué gases afectan las condiciones ambientales?

Mencionaremos los gases en un orden decreciente de mayor a menor preocupación, relacionado con los efectos conocidos en el ambiente. Todos estos son conocidos como gases de efecto invernadero (GEI):

  • Dióxido de carbono (CO₂): es el de mayor preocupación, debido a la gran cantidad de emisiones de este gas producto de la actividad humana. Ha aumentado su concentración en un 40% desde el año 1750 (con 280 ppm) hasta el 2015 (con 400 ppm).
  • Metano (CH₄): es producto de la descomposición. Debido a la extensión de las actividades ganaderas, este gas ha aumentado por la descomposición de las heces del ganado.
  • Clorofluorocarbonos (CFC): fueron introducidos en los años 1930, se considera como el principal agente destructor de la capa de ozono. Debido a medidas políticas, ha disminuido su uso a nivel mundial.
  • Óxido de nitrógeno (NOₓ): producto de la combustión a altas temperaturas, como en vehículos, otras maquinarias y la combustión de carbono, petroleo o gas natural.

Entre otros gases con efecto invernadero se tiene el Ozono (O₃) y el vapor de agua (H₂O).


Contaminación atmosférica
Fuente: https://www.agro.uba.ar/users/semmarti/Atmosfera/contatmosf.pdf