Producción Artística a Partir de las Artes Aplicadas
1. La serigrafía y la publicidad
La serigrafía es una técnica de impresión empleada en el método de reproducción de documentos e imágenes sobre casi cualquier material, y consiste en transferir una tinta a través de una gasa tensada en un marco, el paso de la tinta se bloquea en las áreas donde no habrá imagen mediante una emulsión o barniz, quedando libre la zona donde pasará la tinta.
El sistema de impresión es repetitivo, esto es, que una vez que el primer modelo se ha logrado, la impresión puede ser repetida cientos y hasta miles de veces sin perder definición.
Historia
La serigrafía es un sistema de impresión milenaria. Si bien no hay datos
exactos, se cree que se remonta a la antigua China, en la que según una leyenda
utilizaban cabellos de mujer entrelazados a los que les pegaban papeles,
formando dibujos que luego se laqueaban para que quedaran impermeables.
Posteriormente se cambió el material por la seda, de ahí proviene su nombre.
Su nombre original sería sericum (seda, en latín) graphe (escribir, en griego).
En realidad se debería llamar "sericigrafia", pero por deformaciones
termina siendo serigrafía, por el uso de la seda como su componente original.
Técnica mundialmente conocida
En la antigüedad se fabricaban unas calcomanías que se aplicaban en los
artículos de uso diario, platos, vasos, etc.
En Europa se utilizó para imprimir telas, en lo que se llamó "impresión a
la lionesa", por ser el lugar en donde se aplicaba este sistema.
En Francia fue el pintor Toulouse-Lautrec quien la usó para los afiches del
Moulin Rouge.
Toda esta técnica se hacía a mano, o sea que había que dibujar primero sobre la
tela haciendo el dibujo, pero esto hoy en día queda relegado al arte.
Es en Estados Unidos, y con el auge de la fotografía y los Productos químicos,
donde toma un impulso espectacular; por ser un método muy versátil en poder
imprimir muchos materiales, hoy en día pueden distinguirse miles de artículos
procesados con serigrafía.
La técnica se lleva a cabo con la transferencia de tinta mediante una malla que se encuentra tensada en un marco. En aquellas zonas donde no se debe estampar, un barniz bloquea el paso de la tinta. En el resto del dibujo, se ejerce presión sobre la malla tensada para que imprima la superficie que se desea estampar.
Los historiadores creen que la serigrafía surgió en la Antigua China. A comienzos del siglo XX, la técnica empezó a utilizarse en los Estados Unidos para crear anuncios publicitarios. Con los años también se popularizó entre los artistas como una nueva forma de expresión.
En la actualidad es posible apelar a la serigrafía para imprimir casi sobre cualquier superficie, desde telas hasta papel pasando por cerámica y metal. La serigrafía permite reproducir obras de arte, crear señales, estampar ropa, producir marquesinas publicitarias, fabricar calcomanías y decorar cristales.
De esta manera, podemos encontrar en la vida cotidiana camisetas, carteles de publicidades, cuadros, anuncios señalizadores, botellas y etiquetas que han sido decorados a partir del uso de las técnicas de serigrafía.
La serigrafía también puede llevarse a cabo de forma casera, sin necesidad de contar con materiales demasiado específicos ni con un gran presupuesto; por el contrario, puede ser un método muy económico para realizar todo tipo de decoraciones o incluso para renovar prendas de vestir.