PRÁCTICAS DE PRESERVACIÓN DE LA SALUD COMUNITARIA
4. El cuidado de los enfermos.
Cuidado de enfermos
Mucha gente, ya sea por decisión propia o por no contar con los medios necesarios para pagar a un profesional, se hace cargo del cuidado de un familiar enfermo.
Si este es tu caso presta mucha atención, ya que es necesario aprender algunas cosas del cuidado de enfermos para, no solo atenderlos como corresponde, sino también para no que no resulte una tarea demasiado estresante para ti.
Recomendaciones para el cuidado de enfermos
Cuidado de enfermos: Conceptos Básicos Antes de Empezar
- Lo primero que hay que destacar es la condición del enfermo a cuidar. No es lo mismo una persona con una enfermedad física o mental. Como así también hay distintas etapas en cada enfermedad. Por ello, lo que primero debes hacer es interiorizarte en la problemática particular que tiene la persona a la cual vas a cuidar.
- Es necesario que estés al tanto de la enfermedad como de su avance, y por supuesto recibir las indicaciones correspondientes del médico. También deberías informarte sobre los posibles síntomas conforme avance la enfermedad, en caso de que eso ocurra. Para poder estar preparado y atento a lo que vendrá.
- Otro aspecto importante que debes tener en cuenta a la hora de decidir si vas a ocuparte de los cuidados de una persona enferma es su contextura física y la tuya. Es algo que muchas veces no se tiene en consideración, pero que en la práctica puede ser dificultoso. Cuando tienes que realizar diferentes tareas, ya sea de aseo, o asistencia, debes saber de antemano si tienes la fuerza suficiente como para llevarlo a cabo.
Consejos para el cuidado de enfermos en el hogar
- En el cuidado de enfermos, al igual que con el cuidado de niños o ancianos, asegúrate de tener un listado con los números de teléfonos importantes, como el del médico, emergencias, bomberos etc. Es importante que este en un lugar visible y accesible. Como sabrás, cuando hay una urgencia, es muy común estar nervioso y olvidar hasta las cosas más obvias. Por ello procura tener siempre a mano esa lista.
- Otórgale al paciente la mayor independencia posible, dentro de los límites de la enfermedad que padezca. Es muy positivo que realice actividades por cuenta propia, siempre y cuando pueda, pues es una manera de mantener el buen ánimo y la autoestima alta.
- Procura proporcionar un entorno tranquilo, limpio y seguro. Es muy relevante mantener el lugar que habite el paciente, ordenado, limpio, libre de olores (ventilado) y obstáculos que entorpezcan el paso, en caso de cuides un enfermo que pueda o necesite caminar. Como también es importante dejar entrar la luz solar.
- El aseo e higiene personal es un aspecto que no debes olvidar, ya sea que necesite o no asistencia para conseguirlo. Oler bien, estar limpio y prolijo, no solo le hace bien física y psicológicamente al paciente en cuestión, sino también a quien lo cuide o visite.
- Un punto importante en el cuidado de enfermos es su comodidad. Si se trata de pacientes que deben estar en cama todo el tiempo, entonces deberás ir rotando y cambiando las posiciones (siempre que este permitido) para evitar que se formen escaras.
- La comunicación con la persona enferma suele ser un aspecto difícil. Más allá de la enfermedad que padezca la persona cuidada, es necesario que le hables de forma sencilla y clara. Debido a la enfermedad es posible que tenga dificultad para elegir o recordar, por ello debes dirigirte al paciente con instrucciones cortas y sencillas en lugar de preguntas o palabras complicadas.
- No debes descuidar la alimentación. Es vital darle al enfermo la comida que el doctor haya indicado en caso de necesitar una dieta en particular. Cuando no está especificado, es preferible mantener una alimentación sana, natural y balanceada. También tienes que preocuparte porque el paciente este bien hidratado, muchas veces este punto se pasa por alto y puede traer graves consecuencias.
- En cuanto a los medicamentos una buena idea es llevar un registro, para así evitar confusiones. Escribe el nombre del medicamento, la dosis y el horario que lo has suministrado. Y procura mantenerlo lejos del alcance del enfermo.
Si eres cuidador, cuídate.
Cuando estas a cargo del cuidado de enfermos, en muchas ocasiones no puedes darte cuenta de la tensión que acumulas por la gran responsabilidad. Y esta tensión es más intensa si se trata de un familiar o una persona cercana.
Por tal motivo debes prestar atención a tu estado de salud. Asegúrate de:
- Mantener una alimentación saludable.
- Realizar ejercicio periódicamente. Intenta caminar media hora por día.
- Duerme la cantidad de horas que tu cuerpo necesita, por lo general es un promedio de 8 horas, pero hay personas que le alcanza con un poco menos y otras que necesitan un poquito más, escucha que es lo que te pide tu cuerpo.
- No abandones tu vida social, es importante relacionarse con amigos, encontrar momentos de ocio, es una forma de alivianar tensiones.
- Busca alguien con quien hablar. A veces es necesaria la palabra de un profesional o de personas que estén pasando tu misma experiencia. Ellos pueden contribuir con recomendaciones para el cuidado del enfermo o ser simplemente ser un apoyo emocional.
De cualquier forma el solo hecho de hablar ya es otra forma de liberar tensión.
Recuerda es importante estar atento desde el principio, el cuidado de enfermos es una tarea para nada sencilla, por lo que deberías estar en optimas condiciones para poder llevarla a cabo de la mejor manera.