LA SALUD Y LA ENFERMEDAD: PREVENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES
6. Higiene personal y lavado de manos en la prevención de enfermedades infecciosas
Ya sabemos que el lavado de manos es una de las principales medidas de prevención de enfermedades infecciosas. Las campañas de sensibilización de higiene y los trabajos para hacer llegar el agua potable a todas las partes del mundo son las mayores tareas de salud pública que puede realizar cualquier institución, ya sea pública o privada.
Cuando se normaliza la higiene, en ocasiones no somos conscientes de que el lavado de manos no es una cuestión de poca relevancia. La buena higiene contribuye a la salud de las personas y hace lo propio para evitar que se propaguen enfermedades.
En casos de contacto con agentes contagiosos, un correcto lavado de manos puede evitar padecer la enfermedad y al tiempo, enfermar a otras personas.
¿Por qué en ocasiones no nos lavamos las manos?
En ciertas ocasiones obviamos este deber, el de mantener una buena higiene con el lavado de manos por varias razones: por pereza, porque no creemos que sea necesario lavarse las manos o porque entendemos que las manos están lo suficientemente limpios.
Sin embargo, los agentes infecciosos: virus, bacterias, hongos, contaminantes de todo tipo, etc., están presentes incluso en lugares que creemos que están limpios. Las enfermedades infecciosas pueden propagarse rápidamente y muchas de ellas se asocian a la contaminación fecal-oral.
Un correcto lavado de manos es la primera barrera, una barrera muy resistente, al contagio de ciertas enfermedades. A continuación os mostramos cinco enfermedades que se pueden evitar con el lavado de manos.
Enfermedades que se pueden evitar con el lavado de manos
Todos los espacios donde habita o convive mucha gente son un importante foco de contagio de enfermedades: hospitales, escuelas, gimnasios, piscinas públicas, baños públicos, lugares de trabajo con muchos empleados… En el caso de los niños, que es un colectivo miy frágil y propicio para desarrollar este tipo de enfermedades, la escuela es un lugar de mucho riesgo.
Enfermedades graves como la hepatitis A y la gripe porcina se encuentran entre los muchos padecimientos que se pueden prevenir mediante un <b En los niños, y también en los adultos, es fundamental indicar cómo debe ser un adecuado lavado de manos.
De lo contrario, se pueden padecer algunas de las siguientes enfermedades.
Molluscum contagiosum
Se trata de una enfermedad que tiene como síntoma más evidente un sarpullido en la piel. Es una enfermedad muy contagiosa y se propaga de manera directa por el contacto físico. En el caso de los niños, basta cno que toquen algún objeto que haya sido contaminado.
En caso de contagio de esta enfermedad es absolutamente necesario el lavado de manos con abundante agua y jabón y se aconseja a las personas que la sufren no compartir los objetos personales. Por supuesto, si no se ha contagiado esta enfermedad, con un correcto lavado de manos posterior a manipular objetos o superficies contaminadas basta para no desarrollar esta enfermedad.
Neumonía errante
Se trata de un tipo de neumonía que padecen principalmente niños y adolescentes. Es habitual en la etapa escolar y se adquiere a través del contacto con una persona que ya padece la enfermedad. Causada por un virus, éste se transmite entre niños y jóvenes a través del estornudo.
Un buen remedio para no contagiar la enfermedad es mantener una correcta higiene de manos.
Infección por estreptococos
Los estreptococos son bacterias y causan una infección que afecta particularmente a la garganta. La bacteria, un tipo de estreptococo, es capaz de inflamar la mucosa, la enfermedad es altamente contagiosa. Sobre todo los niños pueden contagiarse fácilmente y si comparten sus objetos personales, la propagación de la enfermedad es mucho más rápida.
Nuevamente, con un correcto lavado de manos, la infección puede ser detenida aunque se haya tenido contacto directo con las bacterias.
La conjuntivitis
La conjuntivitis es una de las enfermedades más contagiosas que afectan a todo el campo visual, sobre todo a los párpados y los ojos. Causado por un virus, la inflamación de esta zona de la cara causa picor y secreción, por lo que obliga al enfermo a rascarse y tocarse los ojos para obtener alivio. De ese modo, el virus se propaga a través de las manos.
Lavarse las manos de manera correcta evita que el virus llegue a los ojos. Otra vía para evitar el contagio es no compartir objetos personales, sobre todo maquillaje o toallas.
La hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad que provoca la inflamación o irritación del hígado, si es lo suficientemente grave puede causar hasta daño permanente. El virus que causa la hepatitis A se encuentra presente en las heces de las personas ya contagiadas, por esta razón, un buen modo de evitar el contagio es mediante una correcta higiene, que ya no sólo incluye un adecuado lavado de manos sino otras medidas de higiene.