Expresiones musicales de las antiguas culturas bolivianas
3. Características, formas e instrumentos musicales en nuestras culturas
3.16. Mandolina
Es un instrumento de cuerda pulsada que surgió con caracteres propios a fines del siglo XVII; provista de resonador y mango independiente, a la manera del laúd. Estos instrumentos comenzaron a desarrollarse en Italia con el nombre de Mandolino, diminutivo de Mandola, y ya los primeros años del XVIII se encuentran ejemplares de extraordinaria factura, con taraceas orlando el contorno de la caja e incrustaciones de marfil a lo largo del diapasón y del clavijero. El primer tipo conocido de este pequeño cordófono es la mandolina milanesa, todavía con clavijas laterales, corto y ancho mango, provista de seis órdenes de cuerdas de tripa pulsados con los dedos; esta era su afinación: Posteriormente aparecían la universalmente conocida mandolina napolitana, tañida con Plectro con cuatro órdenes dobles y metálicos en ocasiones el primero se encordaba con tripa afinados como el violín. La longitud de este modelo oscilaba en torno a los 57 cm y su evolución estuvo vinculada al nombre la familia Vinaccia, que se dedicó a su construcción. Estos artesanos, que trabajaron a lo largo de dos siglos en Ñapóles, aumentaron el tamaño del resonador y extendieron el diapasón hacia la región aguda. Sus ejemplares que suponen verdaderas obras artísticas, se encuentran en diversos museos como el instrumental de Bruselas; uno de los ejemplares lleva la etiqueta con el texto Marianus Vinaccia qu Antonie fecit anno 1796 in vía Constantini No 18 Napoli - o el Victoria and Albert Museum de Londres, donde se conservan dos mandolinas de Vincenzo (1761 y 1785) y una de Antonio (1772). Aunque con el tiempo su uso devendrá un instrumento popular, la mandolina participó, bien que esporádicamente, en la música culta. A pesar de su relativa difusión fuera de Italia, este instrumento, especialmente a partir de los primeros años del siglo XIX, solo hallará verdadera implantación en su país de origen, destinado, como se ha dicho a la música popular. Este instrumento fue traído por los conquistadores europeos. No queremos negar con esto la posibilidad de que en nuestras tierras se practicara la melodía más de uso colectivo que de solista, tomando parte en estudiantiles, generalizándose en las ciudades del país, manteniendo sus características con imagen de construcción mestiza.
En Bolivia se construyen estos instrumentos con variantes en su caja de resonancia, de extraordinaria factura, con taraceas orlando el contorno de la caja e incrustaciones de marfil a lo largo del diapasón y del clavijero, o las españolas de caja laminada. Las técnicas aplicadas requieren de una extraordinaria artesanía, para la preparación de los materiales que se emplean: Arce, nogal, mará, ébano, pino abeto.