CONTINUIDAD DE LA VIDA: REPRODUCCIÓN Y DESARROLLO
2. Células sexuales y gametogénesis
Los gametos son las células sexuales: el gameto masculino es el espermatozoide y el gameto femenino, el óvulo. Cuando el espermatozoide y el óvulo se fusionan, surge el zigoto o cigoto, la célula resultante de la reproducción sexual que, a partir de su desarrollo y su segmentación, da lugar a la aparición de un nuevo ejemplar.
A la formación de los gametos se la denomina gametogénesis. Se trata de un proceso evolutivo que se inicia con células germinales: con la meiosis de estas células, surgen los gametos.
Cabe recordar que la meiosis es una forma de reproducción celular. En este caso, la meiosis tiene lugar en las gónadas, el órgano responsable de la producción de los gametos y, por lo tanto, de la gametogénesis. Las células germinales registran divisiones y así se generan los gametos (espermatozoides y óvulos).}
En las células germinales, hay 46 cromosomas. Tras la meiosis, cada gameto dispone de 23 cromosomas. De este modo se pasa de células diploides a células haploides, que deben fusionarse para tener el número completo y la totalidad del material genético.
Dado que hay gametos masculinos y gametos femeninos, la gametogénesis puede clasificarse de dos modos según el sexo: espermatogénesis (la producción de espermatozoides) y ovogénesis (la producción de óvulos). La espermatogénesis se produce en los testículos y supone un proceso en el cual la célula germinal se convierte en espermatogonia, espermatocito primario, espermatocito secundario y espermátide antes de alcanzar el estado de espermatozoide. La ovogénesis, en tanto, se lleva a cabo en los ovarios, donde la célula diploide original se divide entre tres células haploides que no son funcionales (conocidas como cuerpos polares) y una célula haploide que sí es funcional (el óvulo).