Expresiones musicales de las antiguas culturas bolivianas
2. Las expresiones artístico - musicales en los pueblos originarios de América
Los conquistadores de América Latina trajeron sus instrumentos musicales. No sonaban igual que en Europa. Los indios de las culturas precolombinas tenían su propia sonoridad. Según relatan las crónicas, aprendían rápido, sabían de música y adaptaban cada pieza a su cuerpo y a la melodía que habían buscado antes de la conquista. Poco a poco cada tono se fue europeizando hasta dejar en silencio la sonoridad de los orígenes, su música ancestral.
Los museos guardan la mayor parte de instrumentos prehispánicos de las culturas latinoamericanas, muchos de ellos han sido recuperados del saqueo europeo. Tras las vitrinas, siguen silenciados. Así nace Sonidos de América, una agrupación de musicólogos, cineastas y fotógrafos que desde 2005 recorre los museos de América Latina para investigar, documentar en audiovisual y replicar los sonidos que alguna vez buscaron de la naturaleza las culturas precolombinas.
Esteban Valdivia, Carolina Segre, Ramiro Carrera y el reconocido arqueomusicólogo chileno José Pérez de Arce llegaron a Ecuador en 2014. El Museo de Pumapungo, de Cuenca, fue el primer punto de investigación de la agrupación. Desde marzo están en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil (MAAC). Su objetivo es hacer la misma investigación en Quito, el próximo año.
Durante su trabajo en la reserva de Guayaquil han estudiado gran parte de los objetos patrimoniales de las culturas costeñas del Ecuador: entre ellas, la Valdivia, Chorrera y la Bahía de Caráquez. Estas —según los investigadores— desarrollaron instrumentos musicales impresionantes como las botellas silbato. Esteban Valdivia explica que este es el único instrumento “netamente” americano. “Todo lo que es quenas, silbatos y ocarinas se comparten con extremo oriente. Este es el único instrumento que se encontró en América y no se ha encontrado en ninguna otra parte del mundo”.
La botella silbato es un instrumento con acústica hidráulica, es decir que funciona solo con agua en su interior. Este tiene 2 extremos, por uno ingresa el agua y el otro lo exterioriza. “Soplas una vez que le pones el agua, empujas con el aliento el agua para que se mueva sola. Es uno de los objetos más sorprendentes de la cultura americana porque demuestra el gran desarrollo conceptual de nuestros ancestros, que no solo es sonoro”, explica Esteban Valdivia.
Pero la botella silbato —afirman los musicólogos— es un instrumento cuya función en las culturas ancestrales estaba ligada al ritual o a su simbolismo sonoro. Afirman que a nivel sonoro las expresiones de las culturas de América Latina, en general, eran bastante reducidas. Una de sus características es la búsqueda de 2 sonidos en simultáneo. “Nos damos cuenta que en nuestra América la música no estaba pensada tanto para el hombre, sino para adorar a sus dioses y quizás los dioses tenían otro tipo de concepto sonoro musical”.
“Eso quizás es lo que nos cuesta mucho entender. Vemos cosas tan espectaculares, de culturas tan antiguas y con costumbres tan distintas a las nuestras y nos damos cuenta que el hombre americano, en su esencia, estaba conectado con otros mundos que quizá hoy siguen estando pero que no podemos ver porque estamos conectados con una cultura ajena, la europea”, dice Valdivia.
Quienes conforman Sonidos de América pasan meses encerrados en las reservas que les permiten trabajar con los instrumentos musicales de los antepasados. Copian la forma y hacen réplicas que posteriormente presentan en un video, reinterpretando la música de las culturas con objetos moldeados en la actualidad.
Sonidos de América replica 20 piezas de los instrumentos musicales de las culturas ecuatorianas de la Costa. Con estas piezas presentarán un concierto performance, el viernes 20 de marzo, en el museo del MAAC. Con ellas redescubren no solo una cultura, sino cientos de culturas que se fueron sucediéndose unas a otras y de las que se consideran una reminiscencia.