El Dibujo y la Pintura como Expresion Cultural
1. Proporción de la cabeza humana
Dibujar correctamente la cabeza de una persona, es el resultado de entrenar nuestro ojo para percibir la forma, proporción y perspectiva de nuestro modelo. No te asustes, no es tan complejo como suena y, una vez que domines esto, el alma de tu retrato te será “revelado”.
El cráneo tiene más forma de esfera que de otra cosa.
Vamos a empezar representando una esfera, a ésta le vamos a poner un eje (en esta imagen tiene como un clavo para que te sea fácil identificarlo).
Ahora vamos a dividir la esfera en un medio y luego en cuartos. Esa cruz que se marca al dividir en cuartos es la que nos indicará donde van los rasgos de la cara.
Imaginemos que nuestra esfera es de plastilina, vamos a cortar los extremos de los lados para poder posicionar ahí las orejas.
Ahora, la línea que divide nuestra esfera a la mitad, es la que nos indica donde van situadas las cejas de nuestro personaje.
A la mitad de camino entre la línea del ceño y el eje, vamos a establecer la línea del pelo o parte superior de la cara. Alarguemos la línea media hasta la base de la esfera. Ahí vamos a marcar dos puntos casi iguales en el espacio de la frente. Esto nos da la longitud de la nariz, y más abajo la de la base del mentón.
Ahora tracemos la línea de la mandíbula,
que conecta la mitad del extremo de la esfera a cada lado. Las orejas se colocan en la
línea media (la mitad abajo y la mitad arriba), más o
menos a una distancia igual al espacio que hay entre el ceño y la base de la
nariz. La “cruz” o punto donde la línea del ceño
atraviesa por la mitad de la cara, es el punto clave en la construcción de toda la cabeza,
porque determina la posición del plano facial en la esfera. Es fácil determinar esa cruz en el modelo que
estemos dibujando, recuerda que dependerá de la posición en la que ubiques la
cruz para establecer los dos lados de la cabeza y de la cara.