2. La música hispanoamericana- Instrumentos musicales- Labor pedagógica y cultural de la Iglesia Católica

Música hispanoamericana

En la música se observa con nitidez el fenómeno del mestizaje, es decir, el cruzamiento, intercambio, adaptación e influencia recíproca de culturas diferentes. Las barreras lingüísticas se sobrepasan o desaparecen.

Después que la aventura de Cristóbal Colón lo trajera a este continente (1492), españoles y portugueses continuaron la guerra de conquista que se consumó a principios de 1500. El paso siguiente fue la colonización y a mediados del mismo siglo empezaron a arribar los esclavos africanos. Lengua, religión, sistema económico, fueron impuestos por los colonizadores, pero el mestizaje y no solamente de razas sino también cultural, no lo pudieron impedir por mucho tiempo. El blanco se unió con la población natural (indio), el indio con el negro y el negro con el blanco y con esta mezcla nació también una de las músicas más ricas y originales del mundo.

Los indígenas tenían instrumentos musicales de viento (flauta, quena), los europeos trajeron instrumentos de cuerda (guitarra) y los africanos instrumentos de percusión (bongós, congas, timbales, maracas). Los elementos para el desarrollo de una nueva música estaban listos. El hombre nuevo producto del mestizaje sería el creador de lo que ahora llamamos música latinoamericana.

Los europeos y sus descendientes, los criollos, continuaron disfrutando por algún tiempo con el minué, el vals y la polka. Los africanos por su parte, como consecuencia de la esclavitud a que estaban sometidos, conservaron sus ritmos y cantos espirituales en forma clandestina.

Los indígenas de origen maya adoptaron como propia, la marimba que había venido con los esclavos africanos y la modificaron hasta construir el bello instrumento de percusión que conocemos hoy y que podemos escuchar en México, Centroamérica y algunos países sureños. A principios del siglo XX el cruzamiento de música afroamericana y europea produce el jazz. En el sur nace el tango en el que se combinan ritmos africanos y expresionismo argentino. El danzón, la rumba, el mambo y el cha-cha-chá germinan en Cuba y se expanden por todo el continente. En el Caribe muy pronto el calypso, la soca, el merengue y el reggae conquistan a la gente con su frenético ritmo. Lo mismo sucede con la cumbia y el vallenato de Colombia. El Perú nos ofrece marineras y todo un abanico de canciones románticas que conocimos a principios del siglo XX a través de la cantautora Chabuca Granda (1921-1983) ¿Recuerdan Fina Estampa, La Flor de la canela? Venezuela refleja la vida del campo con Alma llanera, Caballo viejo, Moliendo café. México nos cuenta su historia y sus amores y tristezas con sus canciones rancheras y los corridos surgidos a principios del siglo XX con la Revolución Mexicana.

En los años 50 del siglo XX, la combinación de música folklórica y popular urbana produce lo que se conoce como Nueva Canción Latinoamericana. En Chile brilla la estrella Violeta Parra (Gracias a la vida). En Brasil junto con la samba y el choro, surgen la bosanova y la corriente musical conocida como Tropicalia. Los uruguayos, además de la milonga y gracias a las composiciones de Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti utilizan el recurso de la música para exponer los conflictos sociales. Lo mismo sucede en Argentina con los cantantes Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui. En Nicaragua se populariza la música de los hermanos Mejía Godoy. En Cuba emerge La Nueva Trova con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés como sus más conocidos representantes. Las naciones andinas (Perú, Ecuador, Bolivia), enriquecen el panorama musical con sus grupos de baile y música folklórica.

La creación musical latinoamericana no es solamente folklórica y popular, incluye también música culta que se nutre de las corrientes mencionadas antes. Algunos ejemplos: Agustín Barrios compositor y guitarrista paraguayo (1885–1944), Silvestre Revueltas mexicano (1899-1940), los brasileños Luciano Gallet (1893-1931) y Heitor Villa-Lobos (1887-1959), Eduardo Fabini uruguayo (1882-1950), los cubanos Amadeo Roldán (1900-1939), Alejandro García Caturla (1906-1940) y Leo Brower guitarrista y compositor (1939- ), los argentinos Astor Piazzola (1921-1992) y Ariel Ramírez (1921- ).

Afortunadamente el proceso continúa, nuevos géneros musicales nacen para el disfrute espiritual y el enriquecimiento de nuestro acervo cultural.