Músicas de la diversidad cultural boliviana.
3. El aprendizaje y enseñanza de la música tradicional
Música boliviana: los inicios
La música tradicional boliviana tiene siglos de antigüedad. La musica comercial andina de Bolivia, sin embargo, es muchisimo mas reciente, y es - para bien o para mal - uno de los mas importantes canales de difusion de ese folklore dentro y fuera del país.
A mediados de los 60, la música tradicional boliviana había conseguido impactar en los medios de comunicación y en los ámbitos urbanos, pero sólo en su forma más mestiza y criolla (cuecas, taquiraris, kaluyos...). Su vertiente indigena era rechazada, e incluso despreciada. Buscando la difusión de esas expresiones nacieron exponentes tempranos de la música andina, como Los Jiras. Ese cuarteto, fundado en La Paz en 1966, llevo, junto con musicos de la talla del guitarrista Alfredo Domínguez, los sonidos andinos por Latinoamerica y Europa. Su repertorio y su sonido representaron el nacimiento del "neo-folklore", una forma estilizada de interpretar la música indígena de los Andes bolivianos. Por la misma época, el grupo Ruphay (uno de los cuyos miembros, Henry Cortez, fundaría años mas tarde el grupo Ukamau) no sólo recupero la tradicion indígena, sino que la interpretó con sus vestimentas tradicionales y, en 1969, grabó su primer disco con el emblematico sello Discolandia. Ademas, Ruphay fue la primera formacion boliviana en pisar el escenario del celebre teatro Olimpia de París.
En aquel entonces iniciaron su andadura músical quienes luego serían grandes figuras de la música boliviana. Es el caso de Los Kjarkas, que empezaron humildemente tocando variedad de ritmos tipicos del país.
Una decada mas tarde, en la estela de aqueloos pioneros, acompanando a la nueva cancion latinoamericana en Chile y Argentina y sumando su trabajo al de numerosos músicos que intercambiaban inquietudes y experiencias en lugares como la Peña Nayra de La Paz, nacieron agrupaciones famosas. Savia Andina se fundo en 1975 e integro a los que hoy son solistas renombrados, como Gerardo y Rafael Arias, Eddy Navia o Alfredo Coca. Siguieron sus pasos los hermanos De la Zerda, componentes del grupo Fortaleza (1978) y Los Kjarkas, que se presentaron en La Paz por primera vez en 1975. Los solistas no se quedaron atras: para 1977, la tarijeña Enriqueta Ulloa era considerada la mejor voz femenina del país, Luzmila Carpio recuperaba la tradicion del canto Quechua y Luis Rico iniciaba su carrera como cantautor.