3. Día solar medio, equinoccios y solsticios.

El equinoccio

Un equinoccio es un momento del año en el que el Sol se ubica exactamente encima del ecuador, por lo que el astro rey se coloca sobre el cenit y el día y la noche tienen casi la misma duración. Ocurre justo dos veces al año, alrededor del 20 de marzo y el 22 de septiembre, lo que coincide con el inicio del verano y el otoño en algunas regiones.

Desde esta perspectiva, una línea divide la Tierra en dos mitades: una iluminada por la luz del Sol, y otra oscurecida que corresponde a la noche puesto que no recibe la luz solar. La línea divisoria pasa justo a través de los polos. ¿Por qué ocurre esto? Bueno, se debe a que durante los equinoccios ambos polos no se inclinan hacia el Sol o lejos de él.

Los equinoccios ocurren en el planeta dos veces al año, uno alrededor del 20-21 de marzo y otro en torno al 22-23 de septiembre. El día del equinoccio no es el mismo todos los años, debido a que la duración de los años no es siempre igual. Recuerda que cada 4 años se agrega un día más al calendario de 365 días (año bisiesto).


Durante los equinoccios el Sol se ubica en uno de los dos puntos de la esfera o bóveda celeste donde el ecuador celeste (un círculo en el mismo plano que el ecuador, es decir, la proyección del ecuador terrestre en la esfera celeste) y la eclíptica se cruzan.

El equinoccio de marzo se llama equinoccio de primavera y sucede cuando el Sol se mueve hacia el norte en el plano de la eclíptica, cruzando el ecuador celeste. En el hemisferio norte, un equinoccio de primavera marca el inicio de esta estación. Por su parte, el equinoccio de septiembre es el denominado equinoccio de otoño, sucedido cuando el Sol se mueve cruzando el ecuador celeste hacia el sur, y marca el inicio del otoño.

El solsticio

Esta palabra significa “el Sol se detiene” o “Sol quieto”. Los solsticios son eventos en los cuales el Sol alcanza su punto más alto o más bajo del año en el cielo. En un año del hemisferio norte ocurren dos solsticios: el solsticio de verano el 20 o 21 de junio y el solsticio de invierno el 21 o 22 de diciembre.

Durante los solsticios, el Sol se encuentra en una de las dos líneas imaginarias de la Tierra llamadas Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio. Así, cuando esta gran estrella se halla en el Trópico de Cáncer se experimenta el solsticio de verano y cuando se ubica en el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur, es el solsticio de invierno. En el primero transcurre el día más largo del año, mientras que en el segundo solsticio se percibe el día más corto, con menos horas de luz solar.