3. Fuentes de abastecimiento y uso racional del agua

Las fuentes de abastecimiento de agua pueden ser:

  • subterráneas: manantiales, pozos, nacientes;

  • superficiales: lagos, ríos, canales, etc.; 

  • pluviales: aguas de lluvia

Para la selección de la fuente de abastecimiento deben ser considerados los requerimientos de la población, la disponibilidad y la calidad de agua durante todo el año, así como todos los costos involucrados en el sistema, tanto de inversión como de operación y mantenimiento.

El tipo de fuente de abastecimiento influye directamente en las alternativas tecnológicas viables. El rendimiento de la fuente de abastecimiento puede condicionar el nivel de servicio a brindar. La operación y el mantenimiento de la alternativa seleccionada deben estar de acuerdo a la capacidad de gestión de los beneficiarios del proyecto, a costos compatibles con su perfil socio económico.

Fuentes subterráneas

La captación de aguas subterráneas se puede realizar a través de manantiales, galerías filtrantes y pozos, excavados y tubulares.

Las fuentes subterráneas protegidas generalmente están libres de microorganismos patógenos y presentan una calidad compatible con los requisitos para consumo humano. Sin embargo, previamente a su utilización es fundamental conocer las características del agua, para lo cual se requiere realizar los análisis físico-químicos y bacteriológicos correspondientes.


Fuentes superficiales

Las aguas superficiales están constituidas por los ríos, lagos, embalses, arroyos, etc.

La calidad del agua superficial puede estar comprometida por contaminaciones provenientes de la descarga de desagües domésticos, residuos de actividades mineras o industriales, uso de defensivos agrícolas, presencia de animales, residuos sólidos, y otros. 

En caso de la utilización de aguas superficiales para abastecimiento, además de conocer las características físico químicas y bacteriológicas de la fuente, será preciso definir el tratamiento requerido en caso que no atiendan a los requerimientos de calidad para consumo humano.


Calidad requerida para que sea potable

La calidad del agua debe ser evaluada antes de la construcción del sistema de abastecimiento. El agua en la naturaleza contiene impurezas, que pueden ser de naturaleza físico-química o bacteriológica y varían de acuerdo al tipo de fuente. Cuando las impurezas presentes sobrepasan los límites recomendados, el agua deberá ser tratada antes de su consumo. Además de no contener elementos nocivos a la salud, el agua no debe presentar características que puedan rechazar el consumo.


Se define como agua potable aquella que cumple con los requerimientos de las normas y reglamentos nacionales sobre calidad del agua para consumo humano y que básicamente atiende a los siguientes requisitos:

  • libre de microorganismos que causan enfermedades;
  • libre de compuestos nocivos a la salud;
  • aceptable para consumo, con bajo contenido de color, gusto y olor aceptables; y
  • sin compuestos que causen corrosión o incrustaciones en las instalaciones sanitarias.

 

Uso racional del Agua: qué hacer y no hacer

El agua es un recurso natural de preponderante importancia para la vida humana, animal y vegetal del planeta, que a pesar de ser renovable, es limitado en muchos aspectos. Es un químico natural compuesto por moléculas de hidrógeno y oxígeno, el cual representa más del 51% de la masa corporal humana y tres cuartas partes de agua, es decir, el 71% del planeta.

Por estas razones, el líquido renovable tiene una alta significación en el desarrollo de la humanidad, especies de animales, plantas y cualquier ser vivo en el que predomina su conservación y uso racional.


En los últimos 30 años, quizás más, hemos estado presenciando los embates del cambio climático a causa del calentamiento global que ha afectado la vida útil de este recurso natural. Su uso eficiente y racional es fundamental para preservar el ecosistema del mundo, con el fin de brindar evolución, que en tiempos de civilización ha servido como un medio de comunicación y una fuente de energía para las fábricas. Por si fuera poco, los océanos ayudan a regular el clima, absorbiendo el calor en el verano y liberándolo durante el invierno. Todo esto, gracias al Agua.

Es así como, desde la Red de Abastos Bicentenario S.A, nos unimos a la campaña de Ahorro Energético en beneficio de nuestro recurso invaluable, con algunas sugerencias del qué hacer y no hacer:

  • Cuando te laves los dientes, utiliza un vaso. No dejes el grifo abierto.
  • Llena moderadamente el lavabo para lavarte la cara, las manos o afeitarte.
  • No uses el inodoro como cubo de basura, coloca una papelera.
  • Cierra levemente la llave de paso de tu casa, ahorrarás una gran cantidad de agua diariamente.
  • Repara los grifos o duchas que gotean o cámbialos por sistemas mono mando.
  • Utiliza la lavadora y el lavavajillas con la carga completa y el programa adecuado.
  • Riega tus plantas y el jardín al anochecer o amanecer.
  • Instala una cisterna de doble pulsador. Reducirás a la mitad el consumo de agua.
  • Dúchate en vez de bañarte y cierra el grifo mientras te enjabonas.
  • Utiliza la escoba para limpiar, no lo haga con agua.
  • No uses manguera para limpiar el auto, hazlo con un tobo moderadamente