5. Características de los seres vivos.

Una de las características fundamentales de los seres vivos es estar compuestos por una o más células.

Según la Teoría Celular, son las unidades mínimas de organización corporal.

Éstas presentan una enorme especificidad en su constitución y sus funciones, así como procesos metabólicos y organizativos propios.

En base a este hecho, los seres vivos se diferencian a grandes rasgos entre unicelulares (constituidos por una sola célula) y pluricelulares (constituidos por muchas células). En el caso de estos últimos, las células sacrifican su autonomía para funcionar como un todo altamente jerarquizado y organizado.

Homeostasis

Los seres vivos dependen de su estabilidad y organización para subsistir. Sin embargo, en todos los organismos existe cierto grado de desorden denominado entropía.

Por eso, necesitan estrategias de regulación del medio interno que conserven esa estabilidad. Los aspectos en que es más importante evitar desajustes son la temperatura, pH y concentración de nutrientes. A los diversos procesos que logran ese balance interior se los denomina homeostasis.

Irritabilidad

Se conoce como irritabilidad a la capacidad inherente de los seres vivos de relacionarse con su entorno y reaccionar a los estímulos que de éste provengan. Esto no significa que todos reaccionen de igual forma, pero sí que ningún ser vivo puede existir sin un vínculo con su medio ambiente. Cómo mínimo, debe intercambiar materia o energía.

Así, un ser vivo responde a determinados estímulos como olores, sonidos, movimientos, de acuerdo a su rol en la naturaleza y a su estado en el momento del estímulo. Lo mismo ocurre con la sed, el hambre y otras sensaciones internas, reflejo de las necesidades para mantener la homeostasis.

Metabolismo



Dado que mantener un grado de organización estable consume materia y energía, los seres vivientes poseen diversos mecanismos para obtenerlas del medio ambiente. Estos procesos son llamados “metabólicos” y suele implicar dos procesos fundamentales:

  • Anabolismo. A partir de nutrientes simples, el organismo crea sustancias complejas y consume energía en el proceso.
  • Catabolismo. Se descomponen nutrientes complejos para obtener el material sencillo para componer nuevas sustancias de diversa índole, y se libera energía en el proceso.
Desarrollo y crecimiento

El metabolismo cumple dos funciones. Por un lado, provee a los seres vivos de la energía necesaria para sobrevivir. Por otro lado, les ofrece los insumos (energéticos y materiales) para hacer más compleja su propia estructura, crecer y reproducirse.

Estos procesos inherentes a la vida (crecer, desarrollarse, reproducirse) consumen energía y materia. Sin embargo, este costo es necesario para garantizar la existencia del individuo y a largo plazo de la especie.

Reproducción

La reproducción, como estrategia para superar el fallo inevitable de los organismos vivos que conduce a la muerte, es también propio de los seres vivientes. Existen dos formas conocidas de perpetuación de la especie:

  • Asexual. Un mismo individuo, que ha crecido y se ha desarrollado al punto adecuado, puede dividirse físicamente en dos individuos nuevos, genéticamente idénticos al predecesor (excepto en el caso de mutaciones), que reinician el ciclo. Es la forma de reproducción típica de los seres unicelulares, pero también pueden llevarla a cabo algunos organismos más complejos.
  • Sexual. Un proceso más complejo, en el que dos individuos desarrollados pueden juntar parte de sus materiales genéticos y crear un tercer individuo cuyo genoma será totalmente nuevo, si bien semejante parcialmente al de ambos progenitores. Los seres pluricelulares se reproducen de esta manera, ya que poseen células especializadas en la reproducción (gametos).
Adaptación

La vida debe entenderse como un ejercicio dinámico, esto es, en constante cambio. Los seres vivos compiten entre sí por adaptarse al medio ambiente de la mejor manera. Así, evitan que los cambios que se producen conduzcan a la extinción sino al reacomodo, al cambio, a la variación adaptativa.

Por ejemplo, los primeros seres marinos se encontraron en determinado momento con una sobrepoblación de los mares, lo cual hacía más difícil la competencia por la comida y otros recursos. Algunos lograron adaptarseincursionando en un terreno nuevo y desconocido, pero listo para su colonización: la tierra.

De esta manera los seres vivos se aferran a la existencia en contra de distintas adversidades. Así se aumentan las probabilidades de supervivencia de la especie pero también la biodiversidad.

Evolución




La adaptación de las especies genera nuevos tipos de individuos. La selección natural implica que aquellos que están mejor preparados para el ambiente en que viven, sobreviven más tiempo y se reproducen de forma más exitosa, haciendo que la especie se perpetúe. Este es el proceso de la evolución.

Darwin llamó este fenómeno la “sobrevivencia del más apto”. A largo plazo, consiste en la extinción de las especies menos adaptadas a cada medio, permitiendo que su lugar lo ocupen otras con una mayor y mejor preparación para sobrevivir. Es decir que cada medio daba lugar a nuevas formas de vida.

Este proceso, a lo largo de miles de millones de años, arrojó organismos más complejos en diversos niveles, hasta dar con el ser humano. Aunque habitualmente no podamos apreciarlo (porque ocurre a lo largo de muchas generaciones) este proceso aún continúa.

Inteligencia

Muchos de los seres vivos muestran diversos grados de inteligencia. La misma puede manifestarse como autoconciencia, memoria y capacidad de decisión para resolver de la manera más provechosa sus problemas puntuales.

La inteligencia puede variar en grado, y se considera al ser humano como la especie más inteligente que se conoce. Suele constituir una herramienta de supervivencia poderosa, capaz de organizar social y biológicamente a las criaturas.

Genética



En el interior de las células se encuentra el material genético, dispuesto en largas cadenas de proteínas llamadas ADN (Ácido Desoxirribonucleico) y ARN (Ácido Ribonucleico). En ellas se encuentra toda la información necesaria para el funcionamiento de la célula y de todo el organismo.

Cada vez que una célula se reproduce, el ADN se duplica y llevan la misma información a la nueva célula. Cuando se trata de una célula sexual, el ADN garantiza que los descendientes tengan, al menos parcialmente, las mismas características que el progenitor.