2. El arte contemporáneo en Bolivia y universal: artistas representativos

La llegada a Bolivia de las vanguardias artísticas contemporáneas fue un fenómeno tardío si se compara con lo acontecido en los países fronterizos de Brasil y Argentina. Y ello, aun considerando, como señala el historiador y crítico E. Lucie-Smith —que «hasta la década de los 20, la asimilación de los diversos movimientos artísticos europeos de fines del siglo XIX y comienzos del XX fue lenta e irregular.» Si lenta fue la penetración del Impresionismo, más lentos aún fueron los influjos de post- Impresionistas como Cézanne y Van Gogh. De hecho, según Lucie Smith, el único artista de esa corriente que tuvo un influjo decisivo a partir de 1920 fue el francés -peruano Paul Gauguin. Su estilo, en efecto, sirvió —entre otros— de fermento al muralismo mejicano.

En Brasil y Argentina, el arte contemporáneo hizo su aparición a través de hechos culturales como la «Semana de arte moderno» desarrollada en Sao Paulo en 1922, o la fundación de la revista Martín Fierro en Buenos Aires en 1924, que acogía opiniones de escritores y artistas de vanguardia. Ese mismo año, un gran escándalo artístico conmocionó la sociedad porteña: la exhibición de pinturas cubistas de Emilio Pettoruti, conocedor, tras una larga estancia en Europa, del futurismo italiano, del expresionismo alemán y del cubismo de Juan Gris.

 Cecilio Guzman de Rojas

De Bolivia, el único pintor que estuvo en la década de los años 20 en Europa fue Cecilio Guzmán de Rojas, pero como señala P. Querejazu, ni él, ni su predecesor García Mesa, parecieron «percibir lo que por entonces constituía la vanguardia artística en Europa.» En lugar de ello, por influencia del pintor español Romero de Torres, inició una estilización del indígena bien patente en la obra pictórica “El triunfo de la Naturaleza”.

Triunfo de la Naturaleza

El tema, sin duda, conecta con la visión heroica del indio planteada por Franz Tamayo en su Pedagogía Nacional de 1908 y por Alcides Arguedas en la novela de 1919 Raza de Bronce. Y hemos de recordar, con Teresa Gisbert, que por aquel entonces, en Perú, literatos como J. Carlos Mariátegui, y pintores como José Sabogal, reivindicaban el papel de las poblaciones negra e indígena en la realidad peruana. Pero el estilo de Guzmán de Rojas obedece a una mezcla de Art Nouveau, simbolismo e indigenismo bastante similar a la que diez años antes había ensayado el mejicano Saturnino Herrán en su proyecto para el mural de Nuestros Dioses (1914-1918).