6. Análisis: Tiempo, espacio, personajes, acciones y lenguaje

El texto dramático tiene algunas características que lo diferencian de los otros géneros literarios.

Por una parte, si bien podemos sólo leer el texto dramático, como leemos una novela, esa no es su finalidad última. Una novela, un libro de cuentos o poemas se escriben para ser leídos, mientras que el texto dramático se escribe para ser representado. Es un engranaje más (si bien fundamental) de la pieza teatral (la representación).

Es por eso que no hay una voz narrativa ni un “yo” poético que se plasma su emoción; son los personajes los que se presentan antes nuestra vista sin mediación, sin que nadie nos cuente lo que dicen o lo que piensan: ellos hablan.

Para el análisis, podemos tomar casi todos los elementos del análisis de textos narrativos (ver capítulos 14 y 15), a excepción del narrador.

  • Análisis extratextual (autor, marco histórico y autobiográfico)
  • Tiempo
  • Espacio
  • Personajes
  • Argumento
  • Análisis lingüístico
  • Análisis integrador (intencionalidad del autor, etc.) y
  • Conclusión

·       Con frecuencia, encontramos también acotaciones: o sea, indicaciones que marcan los movimientos o gestos de los actores,  descripción de la escena (qué muebles u objetos hay, qué espacio se representa), vestimenta de los actores, sonidos, etc.

Si bien de ninguna manera podríamos hablar de narrador, estas acotaciones pueden ser lo más cercano a un “narrador silencioso” (valga la antítesis), una especie de “coordinador” que marca la intervención del autor en lo que será eventualmente la representación de su texto.

Hasta ahora encontramos muchos elementos de análisis similares a los de la narrativa, porque en el drama también se pone frente a nuestros ojos una historia. Sin embargo, la estructura del texto va a estar determinada por los límites del espacio escénico y de las posibilidades teatrales: cambios de espacio, acciones simultáneas, una extensión exagerada van a estar limitados en este tipo de textos. Todo está en función de las posibilidades escénicas.

  • La estructura dramática divide la obra en:

Actos: la estructura de división más grande, que permite, cuando cae el telón en la representación, hacer cambios de escenario, de vestimenta, de tiempo, etc.

Frecuentemente coinciden con la estructura narrativa de Introducción, desarrollo, nudo y desenlace. No son obligatorios: una obra puede no estar dividida, es decir, teenr un solo acto.

Dentro de los actos hay escenas, que están marcadas por la entrada y salida de los personajes y cuadros, que están determinados por el cambio de lugar.

 Subgéneros y tipos.

  • Dentro del género dramático hay subgéneros:

Tragedia: En las tragedias hay un conflicto trágico que enfrenta a los personajes. Su origen se encuentra en la Antigüedad Clásica de Grecia, pero la encontramos hasta nuestros días (El reñidero, de Sergio de Cecco; El zoo de cristal, de Tenessee Williams)..

Comedia: También remonta sus orígenes a la antigüedad y permanece hasta nuestros días, con los más diversas estilos. En la comedia se busca hacer reír al espectador (o lector) a través de situaciones cómicas, o simplemente se trata un tema ligero, sin un conflicto de tensión trágica.

También encontramos diferentes tipos, algunos trágicos, otros cómicos y, muchas veces, mixtos.

  • Tipología de obras teatrales:

Sainete: Obra breve, típica de Sudamérica (en especial, Argentina y Uruguay) que muestra a los inmigrante europeo de principios del siglo XX. Suele tener visos de comedia, aunque puede mostrar situaciones emotivas. La escenografía es muchas veces un patio de conventillo, lugar en el que solían vivir los inmigrantes de esa época. Su riqueza consiste en ser un testimonio de costumbres. Su lenguaje muchas veces reproduce cómica pero afectuosamente las deformaciones de los inmigrantes italianos. Suele llamárselo ‘género chico’ y comparárselo con la zarzuela española, pero la diferencia es que la zarzuela es musical y el sainete –aunque puede incluir interpretación de algunas canciones- no lo es Ejemplo, El conventillo de la Paloma, de Alberto Vaccarezza.

Grotesco: Obra breve, generalmente de intención critica mediante la deformación o exageración de caracteres llevados hasta lo ridículo, con el fin de evidenciar las costumbres o situaciones sociales que critica. Generalmente se produce en épocas de crisis y si bien no deja fuera el humor, éste se da más bien a través de la ironía.

Sátira: Mientras que el grotesco puede o no valerse del humor, la sátira hace su crítica mediante el humor y el ridículo. La intención de la sátira es generalmente política.

Farsa: Obra breve, ligera, con personajes extraños o exagerados. La función es hacer reír sin demasiadas críticas ni compromisos con la realidad.

Absurdo  El teatro del absurdo, surgido a mediados del siglo XX (Esperando a Godot, de Samuel Beckett, Las sillas, de  Eugenio Ionesco)  es un teatro de crisis existencial. Rompe con todas las convenciones y muestra personajes que parecen no decir nada importante en escenarios con elementos ridículos, sin embargo esto es síntoma del escepticismo en el sentido de la vida. El cuestionamiento y la ruptura llegaron al punto de que se escribieron obras sin texto (los Actos sin palabras, de Samuel Beckett).