Lenguaje de la música y teoría de la música como proceso intra e intercultural

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Curso: 4° - Educación Musical
Libro: Lenguaje de la música y teoría de la música como proceso intra e intercultural
Impreso por: Invitado
Fecha: domingo, 22 de diciembre de 2024, 16:38

1. Acento musical. Tiempos fuertes, semifuertes y débiles.

TIEMPOS FUERTES Y DÉBILES

Generalmente cuando seguimos un ritmo marcamos acentos en forma intuitiva. Los ACENTOS son los tiempos que suenan más fuertes que otros. Existen tres tipos:

FUERTE - SEMIFUERTE - DÉBIL

Los primeros tiempos de cualquiera de los compases vistos siempre es FUERTE.

En un compás de dos tiempos el primero es FUERTE y el segundo DÉBIL.

En un compás de tres tiempos el primero es FUERTE, y el segundo y el tercero son DÉBILES.

En un compás de cuatro tiempos el primero es FUERTE, el segundo es DÉBIL, el tercero es

SEMIFUERTE y el cuarto es DÉBIL. En este caso es como si juntáramos dos compases de dos tiempos, con la diferencia de que el tercer tiempo no vuelve a ser fuerte, pero tiene una diferencia de acentuación con respecto a los débiles dentro del mismo compás.


Este concepto se aplica tanto a los compases simples como a los compuestos, porque ya vimos que estos últimos derivan de los simples, y al igual que ellos tienen, dos, tres y cuatro tiempos. En todo caso, la diferencia entre estos dos tipos de compases está en la división de los tiempos: en los simples es binaria y en los compuestos, ternaria.
La división de los tiempos también tiene una acentuación, que por supuesto es casi imperceptible.
En la división binaria, la acentuación sería como en un compás de dos tiempos: FUERTE - DÉBIL.
En una división ternaria sería como en un compás de tres tiempos: FUERTE - DÉBIL - DÉBIL.
SÍNCOPA
La síncopa se produce cuando una nota se encuentra en tiempo o en parte del tiempo débil y se prolonga sobre el próximo tiempo o parte del tiempo fuerte.
La prolongación del sonido del tiempo débil sobre el fuerte puede producirse por una combinación de figuras o por una ligadura de prolongación (ver ligadura de prolongación en NIVEL I).



Cuando tocamos la síncopa el ataque está en el tiempo DÉBIL, que suena acentuado, provocando que la próxima que sería la FUERTE no se escuche porque viene ligada. Esto hace que parezca que estamos dando vuelta o desplazando el orden natural de los acentos del compás, lo cual al principio es difícil de lograr en forma espontánea cuando leemos las primeras síncopas.
En el caso del primer ejemplo, la síncopa se produce dentro del compás, o de un compás a otro, usando tiempos completos. Esta se llama SÍNCOPA DE COMPÁS.
Pero cada tiempo (sea fuerte o débil), tiene su parte fuerte y débil cuando se subdivide. Por lo tanto la síncopa puede producirse dentro de las partes fuertes y débiles de cada tiempo. Esta es la SÍNCOPA DE TIEMPO.


1.1. Teoría Musical - Tiempos Fuertes y Débiles

 

 

2. Simetría rítmica. De la síncopa. Del contratiempo.

Sincopa: Hacen síncopa, las notas que atacan en tiempo o parte débil o semifuerte y se prolongan más allá del tiempo o parte en la que han atacado sobre otro de igual o mayor importancia.


Contratiempo: Contratiempo, lo hace una nota que está precedida de silencio y ataca en tiempo o parte más débil que el que ocupa la pausa y además no hace sincopa.


Es muy común que la úsica actual contenga muchas síncopas y contratiempos; esto hace que sea mucho más rítmica y sea el factor predominante que la diferencia con la música tradicional.

Uno de los efectos que más define la música rítmica es el producido al anticipar el ataque de una nota importante, que atacará normalmente en un tiempo fuerte o semifuerte.



3. Compases de amalgama. Acentos fuertes y débiles en los compases de amalgama.

Compases de Amalgama

Amalgamar es unir o pegar dos o más cosas. Los compases de amalgama son los que se obtienen sumando dos o más compases, que pueden ser simples entre sí, o compuestos entre sí.

Los compases de amalgama simples son los que tienen por numerador 5, 7 ó 9. Llegamos al de 5 tiempos uniendo uno de tres y otro de dos tiempos. Generalmente se unen en este orden, pero puede haber una división de 2 + 3 tiempos. En el de 7, sumamos uno de cuatro y uno de tres, y en el de 9, uno de cuatro, uno de tres y uno de dos. Este último compás no se usa en la práctica, porque se confunde con el compuesto que tiene el mismo numerador.

Los compases compuestos también se pueden amalgamar, pero quedan fórmulas de compás de 15/8 (6+9), 21/8 (9+12) y 27/8 (6+9+12), por lo cual sólo quedan como teóricos.

Los compases que más vamos a escuchar son los de 5 y 7 tiempos. En el 5 tiempos el denominador usado es el 4, y en el de 7, el 8.

Hay temas muy conocidos que están escritos en este tipo de compases. “Misión imposible” de Lalo Schifrin, está en 5 tiempos. Grupos como Genesis o Rush usan en muchos de sus temas estos compases.

Para visualizar claramente la unión de los compases en uno de amalgama, se puede hacer una línea divisoria punteada.


Es bueno tener en cuenta que en la música no hay una regla general. Se puede combinar cualquier tipo de compás, o cambiar dentro de un mismo tema cuantas veces se quiera de compás o de ritmo.

TIEMPOS FUERTES Y DÉBILES

Generalmente cuando seguimos un ritmo marcamos acentos en forma intuitiva. Los ACENTOS son los tiempos que suenan más fuertes que otros. Existen tres tipos:

FUERTE – SEMIFUERTE – DÉBIL

Los primeros tiempos de cualquiera de los compases vistos siempre es FUERTE.

En un compás de dos tiempos el primero es FUERTE y el segundo DÉBIL.

En un compás de tres tiempos el primero es FUERTE, y el segundo y el tercero son DÉBILES.

En un compás de cuatro tiempos el primero es FUERTE, el segundo es DÉBIL, el tercero es SEMIFUERTE y el cuarto es DÉBIL. En este caso es como si juntáramos dos compases de dos tiempos, con la diferencia de que el tercer tiempo no vuelve a ser fuerte, pero tiene una diferencia de acentuación con respecto a los débiles dentro del mismo compás.

Este concepto se aplica tanto a los compases simples como a los compuestos, porque ya vimos que estos últimos derivan de los simples, y al igual que ellos tienen, dos, tres y cuatro tiempos. En todo caso, la diferencia entre estos dos tipos de compases está en la división de los tiempos: en los simples es binaria y en los compuestos, ternaria.

La división de los tiempos también tiene una acentuación, que por supuesto es casi imperceptible.

En la división binaria, la acentuación sería como en un compás de dos tiempos: FUERTE – DÉBIL.

En una división ternaria sería como en un compás de tres tiempos: FUERTE – DÉBIL – DÉBIL.


Documento compases de amalgama https://aulavirtualmtardio.files.wordpress.com/2012/10/amalgamadispares.pdf

4. Intensificación de la lectura musical basado en el solfeo melódico por grado conjunto en tonalidad de Do Mayor; Sol Mayor y Fa Mayor y sus relativas menores.

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5. Entonación de arpegios mayores y menores, con apoyo de los instrumentos melódicos.

El arpegio (del italiano arpeggiare: ‘tocar el arpa’) es una manera de ejecutar los tonos de un acorde: en vez de tocarlos de manera simultánea, se hacen oír en sucesión rápida, generalmente del más grave al más agudo. 


Cuando se toca un acorde en arpegio, significa que el músico toca las notas del acorde una tras otra de manera veloz (de otro modo estaría ejecutando un acorde desplegado).

El nombre deriva del italiano arpeggio, y este de «arpa», ya que es un recurso muy común en ese instrumento.

Este recurso se utiliza más fácilmente en los instrumentos de cuerda pulsada como la guitarra y el bajo (generalmente eléctrico). Esta práctica puede influir en la de otros instrumentos. De este modo, la técnica de los laudistas influyó mucho más en Francia, en el periodo barroco, en la técnica de los clavecinistas y los clavicordistas: a Luis XIV le gustaba mucho este último instrumento.

En la guitarra, si no se está tocando con los dedos, los arpegios deben realizarse con la púa alternada, al igual que si estuviéramos tocando una escala, aunque también se realizan mediante la técnica de barrido. El dominio total de esta última nos dará una habilidad impresionante. Un gran número de guitarristas utilizan arpegios en sus solos, y, en general, los virtuosos realizan movimientos arpegiados a lo largo del mástil a una velocidad sorprendente.

Es útil estudiar los arpegios en las diferentes posiciones y tonalidades. Esto da como resultado numerosas combinaciones para incluir en un solo. Hay guitarristas que casi prescinden de escalas, colocando los arpegios en un primer plano.

Tocando arpegios nunca sonará una nota disonante, debido a que el acorde base de la progresión contendrá las mismas notas que el punteo. Claro que, punteando sobre un acorde podemos agregarle la séptima, la novena u otras notas para que quede más relleno.

6. Utilización de la lectura y escritura de ritmos, melodías, acordes, cadencias sencillas y partituras, como apoyo base para la interpretación y audición.

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