SALUD INTEGRAL DEL ADOLESCENTE

Sitio: ue.aprendiendomas.com.bo
Curso: 2° - Ciencias Naturales
Libro: SALUD INTEGRAL DEL ADOLESCENTE
Impreso por: Invitado
Fecha: sábado, 23 de noviembre de 2024, 15:00

1. Cuidado de la salud personal, familiar y comunitaria

El cuidado personal consiste básicamente en  tener una buena alimentación, brindarse un cuidadoso y frecuente aseo  personal, usar una  vestimenta adecuada,  hacer ejercicios regularmente y en general, cuidar de nuestra salud.

Para comprender ésta afirmación, repasemos en qué consisten algunos de sus conceptos.

La alimentación: Consiste en la obtención, preparación e ingestión de los alimentos. Una buena alimentación comprende una dieta correcta que contiene cantidades adecuadas de proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales (2)… Esta dieta debe mantenerse día tras día tras día… No es nada fácil, pero si queremos cuidar de nosotras mismas es algo que no podemos dejar de hacer.


El aseo o higiene personal: Es el acto, generalmente autónomo, que realizamos para mantener limpio y libre de impurezas  la parte externa de nuestro cuerpo. Comprende piel, dientes, cabello, oidos, orificios nasales, manos, pies y partes genitales (3). Esto debe ser realizado cuidadosamente y con frecuencia.


La vestimenta: Comprende una prenda o conjunto de prendas exteriores con que cubrimos nuestro cuerpo. Esta varía según la cultura, la moda, los gustos, la época del año, etc… Por tanto, al momento de elegir nuestra vestimenta debemos considerar algunos o todos esos factores de tal forma que sea la adecuada y refleje cuidado personal de nuestra parte.


Los ejercicios físicos: Implican la realización de movimientos corporales planificados y diseñados específicamente para estar en forma física y gozar de buena salud. El término de ejercicio físico incluye el de gimnasia, baile, deporte y educación física (4). Debemos tener en cuenta que para estar en forma física, los ejercicios deben ser adecuados para nuestro cuerpo y realizados con regularidad.


La salud: Es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (5). Por tanto, debemos cuidar que ese “estado” se mantenga en el tiempo

GUÍA BÁSICA HIGIENE Y CUIDADO DEL CUERPO 

Fuente: http://salud.mendoza.gov.ar/wp-content/uploads/sites/16/2014/09/higiene_cuidado_cuerpo.pdf

2. Reproducción, crecimiento y desarrollo

La adolescencia es un período madurativo durante el cual los niños dependientes se convierten en adultos independientes. Por lo general, comienza alrededor de los 10 años de edad y se extiende hasta fines de la segunda o principios de la tercera década de la vida. Durante la adolescencia, los niños presentan un crecimiento físico, intelectual y emocional sorprendente. Guiar a los adolescentes a través de este período representa un desafío para padres y médicos.

Desarrollo intelectual y conductual

En la adolescencia temprana, los niños empiezan a desarrollar la capacidad de resumen, el pensamiento lógico. Este aumento de la sofisticación lleva a una mayor conciencia de sí mismo y la capacidad de reflexionar sobre el propio ser. Debido a los muchos cambios físicos notables de la adolescencia, esta conciencia de sí mismo a menudo se convierte en la autoconciencia, con una sensación de acompañamiento de incomodidad. El adolescente también tiene una preocupación por la apariencia física y el atractivo y una mayor sensibilidad a las diferencias con sus compañeros.

Los adolescentes también aplican sus nuevas capacidades reflexivas a las cuestiones morales. Los preadolescentes entienden el bien y el mal como algo fijo y absoluto. Los adolescentes mayores a menudo cuestionan las normas de comportamiento y pueden rechazar las tradiciones—para consternación de los padres. Idealmente, esta reflexión culmina en el desarrollo y la internalización del propio código moral del adolescente.

A medida que va haciéndose más complejo el trabajo escolar de los adolescentes, ellos comienzan a identificar áreas de interés, así como puntos fuertes y débiles. La adolescencia es un período durante el cual las personas jóvenes comienzan a considerar opciones de carreras, aunque la mayoría no tiene un objetivo claramente definido. Los padres y los médicos deben conocer las capacidades del adolescente, ayudarle a formular expectativas realistas y estar preparados para identificar impedimentos de aprendizaje que deben ser corregidos, como problemas de aprendizaje, problemas de atención, problemas de conducta o ambientes de aprendizaje inapropiados. Los padres y los médicos deben favorecer aprendizajes y experiencias que expongan a los adolescentes mayores a posibles oportunidades laborales durante el período escolar o durante las vacaciones escolares. Estas oportunidades pueden ayudar a los adolescentes a centrarse en sus elecciones de carrera y futuros estudios.

Muchos adolescentes comienzan a involucrarse en conductas de riesgo, como conducir rápido. Muchos adolescentes comienzan a experimentar sexualmente, y algunos pueden participar en actividades sexuales riesgosas. Algunos adolescentes pueden participar en actividades ilegales, tales como el robo y el uso de alcohol y drogas. Los expertos especulan que estos comportamientos se producen, en parte, porque los adolescentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades en la preparación para abandonar su casa. Estudios recientes del sistema nervioso también han demostrado que las partes del cerebro que suprimen impulsos no están totalmente maduros hasta la edad adulta temprana.

Desarrollo emocional

Durante la adolescencia, las regiones del cerebro que controlan las emociones se desarrollan y maduran. Esta fase se caracteriza por estallidos aparentemente espontáneos que pueden ser un reto para los padres y maestros que a menudo reciben la peor parte. Los adolescentes aprenden gradualmente a suprimir pensamientos y acciones inapropiados y reemplazarlos con conductas orientadas hacia un objetivo.

El aspecto emocional del crecimiento es el más duro y, con frecuencia, pone a prueba la paciencia de padres, maestros y médicos. La labilidad emocional es la consecuencia directa del desarrollo neurológico durante este período, a medida que maduran las partes del cerebro que controlan las emociones. El crecimiento en múltiples dominios también puede provocar frustración.

Un área de conflicto importante surge del deseo del adolescente de tener más libertad, que choca con el poderoso instinto de los padres de proteger a sus hijos de cualquier daño. Los padres pueden requerir ayuda para renegociar su papel y permitir que lentamente que los adolescentes adquieran más derechos y esperar que acepten mayor responsabilidades sobre sí mismos y dentro de la familia.

La comunicación puede ser difícil, aun dentro de familias estables, y empeora cuando las familias están divididas o los padres tienen sus propios problemas emocionales. Los médicos pueden ser de gran ayuda al ofrecer a adolescentes y padres ayuda sensata, práctica, concreta y apoyo, y favorecer a la vez la comunicación dentro de la familia.

Desarrollo social y psicológico

La familia es el centro de la vida social de los niños. Durante la adolescencia, el grupo de iguales comienza a sustituir a la familia como enfoque social primario del niño. Los grupos de pares se establecen a menudo debido a las diferencias en el vestir, apariencia, actitudes, aficiones, intereses y otras características que pueden parecer profundas o triviales a los forasteros. Inicialmente, los grupos de pares suelen ser del mismo sexo, pero normalmente se tornan mixtas más tarde en la adolescencia. Estos grupos asumen una importancia a los adolescentes, ya que proporcionan la validación de decisiones provisionales del adolescente y el apoyo en situaciones de estrés.

Los adolescentes que se encuentran sin un grupo de compañeros pueden desarrollar intensos sentimientos de ser diferente y alienado. Aunque estos sentimientos no suelen tener efectos permanentes, pueden empeorar el potencial de comportamiento disfuncional o antisocial. En el otro extremo, el grupo de pares puede asumir demasiada importancia, lo que también resulta en un comportamiento antisocial. La pertenencia a pandillas es más común cuando los entornos domésticos y sociales no son capaces de contrarrestar las demandas disfuncionales de un grupo de compañeros.

Los médicos deben examinar a todos los adolescentes para trastornos de salud mental, como la depresión, el trastorno bipolar y la ansiedad. Los trastornos de salud mental aumentan la incidencia durante esta etapa de la vida y pueden dar lugar a pensamientos o conductas suicidas. Los trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, aunque raros, más a menudo llegan a la atención durante la adolescencia tardía. Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, son relativamente comunes entre las niñas y pueden ser difíciles de detectar porque los adolescentes hacen todo lo posible para ocultar los comportamientos y los cambios de peso.

En los casos típicos, el uso de sustancias comienza durante la adolescencia. Más del 70% de los adolescentes en los Estados Unidos prueban el alcohol antes de graduarse de la escuela secundaria. El consumo excesivo de alcohol es común y conduce tanto a riesgos agudos y crónicos para la salud. La investigación ha demostrado que los adolescentes que comienzan a beber alcohol a una edad temprana tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol en la edad adulta. Por ejemplo, los adolescentes que comienzan a beber a los 13 años tienen 5 veces más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol que los que empiezan a beber a los 21 años.

Casi el 50% de los adolescentes estadounidenses prueban cigarrillos y más del 40% prueban marihuana mientras están en la escuela secundaria. El uso de otras drogas es mucho menos frecuente, aunque el mal uso de medicamentos recetados, incluidos los medicamentos para el dolor y los estimulantes, está en aumento.

Los padres pueden tener una fuerte influencia positiva en sus hijos dando un buen ejemplo (p. ej., consumiendo alcohol con moderación, evitando el uso de drogas ilícitas), compartiendo sus valores, y estableciendo altas expectativas en cuanto a mantenerse alejados de las drogas. Los padres también deben enseñar a los niños que los medicamentos recetados se deben utilizar únicamente como le indique un médico. Todos los adolescentes deben ser examinados confidencialmente para el consumo de sustancias. El asesoramiento adecuado debe darse como parte de la atención médica de rutina, porque incluso se ha demostrado que las intervenciones muy breves de los médicos y profesionales de la salud disminuyen el uso de sustancias por los adolescentes.

Sexualidad

Además de adaptarse a los cambios corporales, el adolescente debe sentirse cómodo con el papel de adulto y debe adoptar una perspectiva sobre los impulsos sexuales, que pueden ser muy intensos y, en ocasiones, atemorizadores.

Algunos adolescentes luchan con el problema de la identidad sexual y pueden sentir temor de revelar su orientación sexual a amigos o familiares. Los adolescentes homosexuales pueden enfrentar desafíos únicos a medida que se desarrolla su sexualidad. Los adolescentes pueden sentirse no deseados o no aceptados por la familia o los compañeros si expresan deseos homosexuales. Tal presión (especialmente durante un momento en que la aceptación social es de importancia crítica) puede causar estrés grave. El miedo al abandono por parte de los padres, a veces real, puede dar lugar a la comunicación deshonesta o al menos incompleta entre los adolescentes y sus padres. Estos adolescentes también pueden ser burlados y acosados por sus compañeros. Las amenazas de violencia física deben ser tomadas en serio e informadas a los funcionarios escolares. El desarrollo emocional de los adolescentes homosexuales y heterosexuales es mejor favorecido por el apoyo de los médicos, amigos y miembros de la familia.

Pocos elementos de la experiencia humana combinan aspectos físicos, intelectuales y emocionales de forma tan completa como la sexualidad. Ayudar a los adolescentes a vivir su sexualidad en un contexto sano mediante respuestas sinceras respecto de la reproducción y las enfermedades de transmisión sexual es de extrema importancia. Se debe alentar a los adolescentes y a sus padres a hablar francamente sobre sus actitudes hacia el sexo y la sexualidad; las opiniones de los padres siguen siendo un determinante de importancia en la conducta del adolescente.




2.1. Ciencias Naturales. Desarrollo y reproduccion.

 

 

3. Sexualidad y conductas de riesgo.

Sexualidad 

La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres) y desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, se transforma en un ser sexual.

La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.

Etapas del desarrollo de la sexualidad

Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual:

  • Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos del deseo sexual adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración (a menudo a través de la masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la aparición de los primeros impulsos sexuales y de la espermarquia o primera eyaculación), y también de exploración del contacto con el otro sexo.
     
  • Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual se incrementa. En esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales. El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro. También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las fantasías románticas.Las relaciones sociales fuera del entorno familiar, especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus actos. Además, al no haber desarrollado por completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones.
     
  • Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por completo, física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones sexuales maduras y seguras. El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la confianza o la reciprocidad.

La importancia de recibir una buena educación sexual

La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, donde el deseo y los impulsos sexuales dominan a una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir una buena educación sexual es muy importante, no sólo a corto plazo, es decir, para que el adolescente supere sin riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino también para establecer el comportamiento sexual que tendrá el joven cuando sea adulto.

Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que se deben evitar mediante medidas preventivas:

  • La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, por lo que no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no ser que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben presionar al adolescente.
     
  • Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los impulsos sexuales dominan a los racionales durante la adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase de adolescencia media, donde el joven ya ha desarrollado por completo sus órganos sexuales pero no el pensamiento adulto. La educación debe proveer al adolescente de conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos.
     
  • Informar: Es vital dotar al adolescente de la información necesaria sobre los riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precozEnfermedades de Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios que reporta practicar sexo seguro.


Conductas de riesgo

Cualquier persona que practique el sexo corre el riesgo de contraer una Infección de Transmisión Sexual (ITS).

Las infecciones de transmisión sexual pueden afectar a hombres y mujeres, jóvenes y viejos, homosexuales y heterosexuales.

Existen determinados factores que aumentan las posibilidades de que una persona contraiga una infección de transmisión sexual:

  • La actividad sexual a temprana edad. Cuanto menor es la edad en la que se comienza a mantener relaciones sexuales, mayores son las probabilidades de una persona de contraer una infección de transmisión sexual pues a edades tempranas hay baja percepción del riesgo, falta de habilidad para negociar con la pareja el uso de un método de prevención... 
  • Numerosas parejas sexuales. Las personas que tienen contacto sexual con muchas parejas diferentes corren un mayor riesgo que quienes permanecen con la misma pareja.
  • Sexo sin protección. El preservativo o condón (masculino o femenino) es el único método anticonceptivo que reduce el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual. Los espermicidas, diafragmas y demás métodos anticonceptivos pueden contribuir a prevenir el embarazo, pero no protegen contra las infecciones de transmisión sexual.

El Embarazo No Deseado (END), de la misma forma que las ITS, se asocia con frecuencia a determinadas conductas:

  • Inicio precoz de las relaciones sexuales, ya que supone menor información y madurez para afrontarlas.
  • Utilización inconstante de medidas de anticoncepción.
  • Múltiples parejas sexuales.
  • Prostitución y consumo de drogas.

Los embarazos en menores de 20 años presentan el doble de riesgos físicos para la madre y el recién nacido: menor peso al nacer, parto distócico, prematuridad...etc; y mentales como inestabilidad emocional, culpabilidad, ansiedad, depresión…etc.

Desde el punto de vista social, está ampliamente reconocido que el embarazo en adolescentes y la maternidad temprana están asociados a factores como el fracaso escolar, el aislamiento social o la pobreza.


3.1. Hablemos sobre la Sexualidad

 

 

3.2. La sexualidad en la adolescencia

 

 

4. Consecuencias del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas

Aunque no todas las personas que tienen algún contacto con drogas tienen necesariamente problemas, hay determinadas situaciones que pueden dar a pensar que su consumo se está escapando de las manos:

  • Cuando el consumo de drogas está produciendo un malestar en la vida de la persona (problemas con la gente de los alrededores, ausencias en el trabajo, en la escuela, etc.).
  • Se relaciona menos con la gente a causa del consumo y hace menos actividades.
  • Sus relaciones con la gente casi siempre tienen que ver con el consumo.
  • Ha tenido algún problema legal relacionado con la droga. Como por ejemplo, una sanción administrativa por consumo en un espacio público.
  • A menudo tiene conductas de riesgo cuando está bajo los efectos de la droga: conducir un vehículo, mantener relaciones sexuales sin protección, haceros daño a vosotros mismas o mismos, etc.
  • Cada vez necesita más cantidad para conseguir el mismo efecto.
  • Tiene que consumir para disminuir los efectos adversos.
  • A veces desea y se esfuerza para dejar de consumir.
  • A pesar de todo esto, continua consumiendo, aunque tiene consciencia de las consecuencias físicas y mentales que tiene sobre su salud.


Riesgos de las bebidas alcoholicas

Tomar bebidas alcohólicas puede ser agradable si se hace con moderación, pero beber demasiado puede comportar problemas graves.


Se considera beber demasiado cualquier consumo de alcohol que incremente el riesgo de sufrir consecuencias negativas (físicas, psicológicas o sociales), a corto o largo plazo. También cuando se cumple alguna de las siguientes condiciones:

  • Cuando se alcanzan los límites de riesgo, calculados en unidades de bebida estándar (UBE), establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
  • Cuando la persona tiene problemas que se pueden agravar con el alcohol, ya sean físicos (hepatitis, gastritis, diabetes), psíquicos (depresión, ansiedad, falta de memoria) o sociales (conflictos familiares, bajo rendimiento laboral).
  • Cuando se bebe en circunstancias en las cuales está contraindicado (menores de 16 años, embarazadas o madres lactantes, conducción, ciertos medicamentos, trabajos en alturas, manejo de herramientas o maquinaria).
  • Cuando se necesita beber para relacionarse con los otros o para afrontar dificultades personales.

 Cuando una persona pierde el control sobre la sustancia y se siente incapaz de evitar o moderar el consumo, y esto afecta de manera importante en sus relaciones y actividades habituales, quizás es el momento de plantearse buscar ayuda de un profesional.


Los adolescentes pueden estar comprometidos en varias formas con el alcohol y las drogas legales o ilegales. Es común el experimentar con el alcohol y las drogas durante las adolescencia. Desgraciadamente, con frecuencia los adolescentes no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Ellos tienen la tendencia a sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. El uso del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el riesgo del uso de otras drogas más tarde. Algunos adolescentes experimentan un poco y dejan de usarlas o continúan usándolas ocasionalmente sin tener problemas significativos. Otros desarrollarán una dependencia, usarán luego drogas más peligrosas y se causarán daños significativos a ellos mismos y posiblemente a otros.


La adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas. Los adolescentes usan el alcohol y las otras drogas por varias razones, incluyendo la curiosidad, para sientirse bien, para reducir el estrés, para sentirse personas adultas o para pertenecer a un grupo. Es difícil el poder determinar cuáles de los adolescentes van a experimentar y parar ahí, y cuáles van a desarrollar problemas serios. Los adolescentes que corren el riesgo de desarrollar problemas serios con el alcohol y las drogas incluyen aquellos:


  • con un historial familiar de abuso de substancias
  • que están deprimidos
  • que sienten poco amor propio o autoestima
  • que sienten que no pertenecen y que están fuera de la corriente
Los adolescentes abusan de una variedad de drogas, tanto legales como ilegales. Las drogas legales disponibles incluyen las bebidas alcohólicas, las medicinas por receta médica, los inhalantes (vapores de las pegas, aerosoles y solventes) y medicinas de venta libre para la tos, la gripe, el insomnio y para adelgazar. Las drogas ilegales de mayor uso común son la marijuana (pot), los estimulantes (cocaína, "crack" y "speed"), LSD, PCP, los derivados del opio, la heroína y las drogas diseñadas (éxtasis). El uso de las drogas ilegales está en aumento, especialmente entre los jóvenes o adolescentes. Primero el uso de la marijuana ocurre en la escuela intermedia (middle school) y el uso del alcohol puede comenzar antes de los 12 años. El uso de la marijuana y el alcohol en la escuela superior (high school) se ha convertido en algo común.

El uso de las drogas y el alcohol está asociado con una variedad de consecuencias negativas, que incluyen el aumento en el riesgo del uso serio de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede exponer a los adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones sexuales no planificadas y arriesgadas y el suicidio.

Las señales principales del uso de alcohol y del abuso de drogas por los adolescentes pueden incluir:


  • Físicas: fatiga, problemas al dormir, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
  • Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad, comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio, depresión, retraimiento y una falta general de interés.
  • De Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de comunicarse con la familia.
  • En la Escuela: interés decreciente, actitud negativa, calificaciones bajas, ausencias frecuentes, faltas al deber y problemas de disciplina.
  • Problemas Sociales: amigos o pares envueltos con drogas y alcohol, problemas con la ley y el cambio dramático en el vestir y apariencia.
Algunas de estas señales de aviso pueden también ser señales indicativas de otros problemas emocionales. Cuando los padres se preocupan deben de tomar el primer paso y consultar con el médico de familia del adolescente. Si se sospecha el uso/abuso de drogas o alcohol, entonces al adolescente se le debe de hacer una evaluación comprensiva llevada a cabo por un siquiatra de niños y adolescentes o por otro profesional de la salud mental capacitado.

Los padres pueden ayudar a su hijo proveyéndole la educación a temprana edad acerca de las drogas y el alcohol, estableciendo comunicación, siendo ejemplo modelo positivo y reconociendo y tratando desde el comienzo los problemas que surjan.

4.1. Información sobre el consumo de Alcohol, Tabaco y otras drogas.

 

 

4.2. Sensibilización sobre consumo (y abuso) de alcohol, tabaco y otras drogas

 

 

5. Tipos de violencia y formas de prevención.

Los tipos de violencia


Violencia psicológica: 

“Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica. Puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, indelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio”. La violencia psicológica se maniesta como un largo proceso en el cual la víctima no se da cuenta de que el agresor vulnera sus derechos, ya que este tipo de maltrato es sutil y difícil de detectar.


Recuerda que, si alguien…

  • Te ignora, no te habla o no te escucha cuando hablas 
  • Te dice que eres inútil y nada de lo que haces está bien 
  • Se muestra celoso(a) sin razón, acusándote de coquetear 
  • Te insulta, te amenaza o te hace sentir estúpida 
  • Se burla y controla tu forma de vestir 
  • Te culpa de su malestar físico o emocional 
  • Te dice que no te quiere y que te va a abandonar 
  • Limita tu vida social y familiar 
  • Te amenaza con hacerte daño si no haces lo que te pide 
  • Te llama frecuentemente para saber ¿qué haces? y ¿dónde estás? 

Estás siendo víctima de violencia psicológica

Violencia física: 

“Es el uso de la fuerza física para provocar daño, no accidental; o con algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas.” Este tipo de violencia se reconoce con mayor facilidad; deja lesiones en el cuerpo que, pueden ser permanentes, provocar alguna discapacidad o incluso causar la muerte. El miedo que experimenta la víctima ante la posibilidad de que se repita el episodio violento, puede mantenerla en un estado de tensión que genera malestares físicos como dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales, taquicardias, etcétera.


Recuerda que, si alguien… 

  • Te empuja o golpea 
  • Te da puntapiés 
  • Te ha tratado de ahorcar o asfixiar 
  • Te ha abofeteado

Estás siendo víctima de violencia física

Violencia patrimonial: 

“Es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en: la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima”. La violencia patrimonial, en la que se obliga a la persona a renunciar a sus derechos sobre una propiedad y/o se les saca de su casa, es más frecuente en la tercera edad. Los bienes materiales y los documentos personales permiten a las personas ejercer su libertad y autonomía e inciden en su proyecto de vida. Cuando se les priva de todo esto, se vuelven vulnerables. 


Recuerda que, si alguien…

  • Rompe objetos que son valiosos para ti 
  • Te despoja de bienes como tu casa, tu auto o herencias 
  • Esconde objetos o materiales que usas en tu trabajo, con el propósito de que no lo realices  Te esconde la tarjeta de crédito, acta de nacimiento o credenciales 
  • Te quita tu salario 
  • Se niega a cubrir la pensión alimenticia asignada a tus hijas o hijos 
  • Despoja a las personas de la tercera edad de sus pensiones

Estás siendo víctima de violencia patrimonial

Violencia económica: 

“Es toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral”.

La violencia económica limita la autonomía e independencia de la víctima; lo que en muchas ocasiones es un factor para que continúen en la relación violenta; se refuerce la dependencia con el agresor y aumenten sus sentimientos de incapacidad y minusvalía.


Recuerda que, si alguien… 

  • Administra el dinero, sin tomar en cuenta tus necesidades 
  • Controla lo que gastas 
  • Maneja tu cuenta de banco 
  • Realiza todas las compras en el supermercado para que, tu no tengas acceso al dinero ni a decidir que comprar 
  • Te pide todo tipo de explicaciones cada vez que requieres dinero

Estás siendo víctima de violencia económica

Violencia sexual: 

“Es cualquier acto que degrada o dañan el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto”. La violencia sexual le puede ocurrir a cualquier persona y aquellas que abusan pueden ser personas conocidas, miembros de la familia o desconocidos. Durante décadas se le consideró un asunto privado; actualmente son muchas las organizaciones que se encargan de visibilizar este tipo de violencia que atenta

contra la integridad de la persona que la padece y en muchos países como el nuestro es considerado un delito. Algunas de las reacciones que presentan las personas que han sido víctimas de este tipo de violencia son: culpa, vergüenza, miedo, depresión, ansiedad, uso o abuso de alcohol o drogas, baja autoestima, trastornos alimentarios o de sueño, disfunciones sexuales.


Recuerda que, si alguien… 

  • Te obliga a tener relaciones sexuales a pesar de que tu no quieres 
  • Te manipula o chantajea para realizar prácticas sexuales que no te agradan 
  • Se burla y/o hace comentarios humillantes acerca de tu cuerpo 
  • Te compara con otras personas sobre tu eficiencia en la actividad sexual 
  • Te obliga a tener relaciones sexuales sin el uso de métodos de prevención para embarazos no planeados y/o infecciones de transmisión sexual 
  • Subestima tus necesidades sexuales • Se refiere a ti con términos sexuales denigrantes

Estás siendo víctima de violencia sexual


Algunos aspectos a tener en cuenta para generar una conciencia sobre la prevención son:

  • Informarse del tema: nunca hay que dar por sentado que conocemos sobre un tema. La mayoría de las personas desconocemos los aspectos cruciales sobre la violencia. Al estudiar y conocer los aspectos que generan violencia, podemos identificar patrones para prevenir situaciones de riesgo.
  • Genera y fomenta un ámbito de respeto: tratemos a los demás como nos gustaría que nos traten. Aprendamos que mediante un diálogo respetuoso y tolerancia podemos encontrar puntos de acuerdo para solucionar problemas.
  • La violencia no se debe aceptar bajo ninguna circunstancia: los pellizcos, los jalones del brazo o el golpecito, son acciones que deben evitarse siempre. Está comprobado que una vez aceptas esta situación, comienza un proceso de “normalización de la situación”. Es decir, piensas que no fue tan malo y te acostumbras a las agresiones.
  • Siempre expresa tu postura: la violencia psicológica puede estar camuflada bajo distintas formas y es más frecuente de lo que se cree. Muchas veces pensamos “no quiero generar problemas” o bien, temes que tu pareja se aleje y se opta por la sumisión. Si pensamos diferente, es importante expresarse con firmeza, respeto y claridad.

5.1. ¿Cuáles son los tipos de violencia que existen?