LITERATURA

2. Lecturas: “El otro gallo” de Jorge Suarez

En El otro gallo Jorge Suárez compagina una narración, un narrador/personaje y sus interlocutores. Los últimos participan, según la relación, de las historias. Bajo las mediaciones de algunos elementos y lugares como “la Cabaña” de Benicia, dueña de este lugar de relatos épicos; “el Culipí”, la bebida de trance entre los parroquianos de la Cabaña; “el cine Victoria” parte de la metamorfosis in situ del simple Luis Padilla Sibauti al Bandido de la Sierra Negra y; finalmente, las propias historias fantásticas del “Bandido de la Sierra Negra” o Luis Padilla Sibauti. El pasaje de las historias se articula en un lugar destinado a ese fin “la Cabaña” de Benicia. Pues bien, ese trance místico tiene carácter iniciador de las tertulias entre los parroquianos y –la dueña— Benicia. ¿Quiénes son los personajes? Además del Bandido de la Sierra Negra y Benicia, también “don Carmelo” –terrateniente cruceño, de reputación cuestionada por la relación con “la Palmareña”, su amante—y “el profesor Saucedo” –el escéptico— con predicamento intelectual.


Sin embargo, a partir de las mismas historias, la narrativa se extiende a otros personajes. Por ejemplo, “la madre del Bandido” –Dora Sibauti— una vendedora de gelatina de patas en el Mercado; la hija del profesor Saucedo que fisgonea las tertulias, por la frecuencia de su padre en dicho local y; por último, se rememora la historia de Don Blas Padilla Riquelme, el gran Bandido –padre del Bandido héroe bandolero de la región.

En los pasajes de esta novela las significaciones del relato son muy distantes de la realidad cotidiana. Son anécdotas que –contadas de forma épica? adquieren verdad, por la participación de la otra parte, los interlocutores del personaje principal. Por tanto, no es un monólogo que describe la realidad, tal cual es, si bien, puede ser un soliloquio mental del Bandido, para articular la dicción de su relato. Lo verdadero de este relato es su compromiso justiciero en contra de los abusos y arbitrariedades de los carabineros. El estatus del héroe del pueblo está presente en la memoria colectiva, como de un prófugo aventurero. La metamorfosis del Bandido, entre la realidad y la fantasía, es dada en las proximidades del cine Victoria a partir de los modelos del héroe rebelde: Sandokán, Búfalo Bill, Chaplin, Jorge Negrete, Pancho Villa, los mariachis y el rey de Prusia, que los tenía fijados porque era cinéfilo. Al final los relatos estaban a punto de morir con la realidad. Es decir, si la muerte de Bandido hubiera sido cierta, también la fantasía del relato hubiera muerto. Pero, solamente fue una ensoñación que el Bandido experimentó con la historia de su padre.

¿Qué es El otro gallo? “(Es) un universo de palabras, una ficción, una ilusión. […] hay un todo un desarrollo intertextual –la 'intriga’ del relato- que, al complicar las oposiciones básicas –'realidad’/'ficción’, digamos' motiva fuertemente una tal extrapolación” (Antezana, 2011: 338). Mientras exista una propuesta del lenguaje, todo esto, es posible. La posibilidad refleja un cambio en la propia vida de los parroquianos. Los interlocutores y el Bandido se inician en las tertulias por medio de un verdadero ritual. Lo demás, como dice Suárez, lo pone el culipí. El saludo entre desconocidos fue “un acto de tradición” inmemorial de la región (cf. Suárez, 2010: 22) hasta que llegó la modernidad.

Las historias del Bandido de Sierra Negra se dan entre las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado. Además, existe una influencia de la época del oro del cine mexicano en el imaginario del Bandido. Creo que la realidad de las tragedias personales no es la única formada en nuestros imaginarios. Sin imaginación la verdad se da como un hecho aislado. Hay que ilusionarse con las cosas del mundo, desde otro punto de vista. Para quien pueda ver lo que otros no. Por ello, Jorge Suárez en su El otro gallo condiciona la vida de “la Cabaña”, para la supervivencia de la fantasía, “porque una historia está hecha de quien la dice y quien la escucha” (2010: 82).

Antezana, Luis H. (2011). “Érase una vez El otro gallo”. En: Ensayos escogidos 1976-2010. La Paz: Plural

Súarez, Jorge (2010). El otro gallo. La Paz: Plural/Herederos de Jorge Suárez

 Jorge Suárez en el Diccionario Cultural Boliviano


(La Paz, Bolivia, 1931 – Sucre, Bolivia, 1998).- Poeta, novelista, cuentista y periodista. Tras actuar como diplomático en Argentina y México, se avocó de lleno a la literatura y el periodismo al dirigir ‘Jornada’ (1971) en La Paz, ‘El País’ (1976) de Santa Cruz y ‘El Correo del Sur’ (1998) de Sucre. En los años 80’ dirigió el Taller de Cuento Nuevo en la ciudad de Santa Cruz. Su novela El otro gallo (1991) ha sido seleccionada como una de las 15 novelas fundamentales por parte del Ministerio de Culturas de Bolivia.

Rubén Vargas Portugal, en 1998 a poco del fallecimiento del escritor, destacó la obra del autor: "Es sin duda en la narrativa donde Suárez alcanzó dominio absoluto de sus facultades.

A su intuición para las tramas -en las que casi siempre hay un gesto de humor o ironía- se suma el dominio del ritmo, sin duda ejercitado en su poesía, para lograr una prosa llena de musicalidad".