La música en el contexto cultural de cada época en función de la diversidad cultural de Bolivia, cultura musical.

1. Los períodos de la Historia de la Música I: Romanticismo, nacionalismos musicales, impresionismo musical y corrientes musicales de vanguardia.

"Romanticismo" es uno de los términos más profusamente utilizados en la historia de la música, principalmente para referirse a la música de arte compuesta durante el siglo XIX. La variedad de los contextos en los que aparece, usado indiferentemente como categoría estética, historiográfica e incluso sociológica, hace difícil su definición. Por eso, el primer objetivo de este tema será justamente diferenciar esos usos, fundamentalmente en dos perspectivas: el de la estética, entendiendo el romanticismo como un movimiento de especulación filosófica y el de la relación entre cultura y composición musical, destacando algunos de los temas románticos que tuvieron mayor fortuna a lo largo del siglo XIX.

A partir de la Escuela de Jena, considerado el núcleo generador del romanticismo, las ideas románticas se extendieron por toda Europa, integrándose en las realidades culturales concretas de cada país, así como en los debates artísticos. La difusión de las ideas románticas tuvo como consecuencia un cambio fundamental de paradigma que transformó el estatus de la música, así como el de los músicos, con relación a épocas anteriores.

Principalmente la música instrumental pasó a ser pensada como arte autónomo capaz de expresar lo inefable y el compositor comenzó a ser visto como el genio intermediario entre la audiencia y el mundo espiritual al que daba acceso cada obra musical. La emancipación de la música con respecto al paradigma verbal de la retórica, fue posible gracias a la adopción de un nuevo paradigma, que podemos calificar de organicista, cuya característica estética principal es la valoración de los principios de unidad y coherencia en la obra musical.

Además, el romanticismo, a partir de la Escuela de Jena, privilegió ciertos temas de estudio que se transformaron en tópicos culturales adoptados por los artistas del siglo XIX, escritores, pintores y músicos. Entre todos ellos, destacan, por su popularidad, la historia, el folclorismo, el exotismo y el pintoresquismo, temas en algunos casos relacionados entre sí que proporcionaron el asunto central para sus obras a numerosos compositores. Aunque podemos encontrar las raíces de todos ellos en el siglo XVIII, fue con el romanticismo que adquirieron una poderosa carga simbólica como visiones idealizadas de los ‘otros’.

Compositores

Algunos de los compositores del romanticismo más importantes fueron:

  • Chopin
  • Liszt
  • Schubert
  • Schumann
  • Mendelssohn
  • Berlioz
  • Wagner

Obras

Algunas de las obras más famosas del romanticismo son:

  • Nocturnos de Chopin
  • Estudios de Chopin
  • Sinfonías de Bruckner
  • Novena sinfonía de Schubert
  • Sinfonía fantástica de Berlioz
  • La campanella de Liszt
  • Concierto en La menor de Schumann
  • El anillo del Nibelungo de Wagner

Música Contemporánea Y De Vanguardia

A finales del siglo XIX se produce una reacción violenta contra el pasado romántico, buscando una música más intelectual y menos emotiva, que se traduce en las tendencias más dispares que se desarrollarán también en el siglo XX. Es el siglo de las grandes orquestas y de la música sinfónica, a las que se incorporan los instrumentos de percusión.

La ópera languidece, mientras que el ballet adquiere gran importancia. El ritmo, que en el pasado estaba supeditado a la melodía, se libera con la creación de nuevos esquemas métricos.

Primera mitad del siglo XX

Tras la II Guerra Mundial surgirá la música de vanguardia, cuyas principales obsesiones son el timbre y el ritmo, y que se materializa en las formas libres y no melódicas de la música concreta, la electrónica y la aleatoria. He aquí un resumen de los principales movimientos:

Neorromanticismo: representa la continuación de las tradiciones románticas, con grandes orquestas y extensas sinfonías. Richard Strauss fue uno de sus compositores más representativos.

Impresionismo: surge como reacción al romanticismo. Crea una estética de vaguedad atmosférica, que se traduce en la valoración del sonido y del acorde por su propia sonoridad. El principal músico que lo cultiva es Claude Debussy.

Expresionismo o dodecafonismo: Arnold Schönberg destruye todas las leyes que regían hasta entonces la armonía y la tonalidad. Para él, los doce sonidos de la escala tienen el mismo valor y función. También se conoce a esta corriente como serialismo.

Politonalismo: surge como reacción al dodecafonismo o serialismo y logra su apogeo hacia 1920. Supone la creación de varias melodías superpuestas en diferentes tonos.

Microtonalismo: quisieron dividir el sistema de doce semitonos en unidades más pequeñas, en tercios y cuartos de tono.

Neoclasicismo: vuelta a los ideales estéticos del clasicismo del siglo XVIII.

Nacionalismo: búsqueda de expresiones musicales en los folclores de los pueblos. Como consecuencia de esta tendencia se incorporarán nuevos instrumentos de percusión y nacerá el ballet moderno. En Rusia uno de sus representantes fue Rimsky Korsakov, en Checoslovaquia, Anton Dvorák, y en España, Isaac Albéniz.

Arcaísmo y exotismo: influencia de las músicas orientales, exóticas y primitivas. Gusto por el vigor rítmico y el dinamismo.

Nuevas formas de expresión musical

A lo largo del siglo XX surgen nuevas formas de expresión musical. A continuación se describen las más importantes.

Jazz: tiene tres vertientes, el ragtime, el blues y el jazz propiamente dicho. La influencia del jazz en la música culta se nota en el sonido de los instrumentos de metal y en la evolución de sus típicos acordes y armonías.

Música populista: se crea con propósitos educativos partiendo de la idea social del dramaturgo Bertolt Brecht de que el arte debe ser para el pueblo.

Maquinismo y ruidos: es el futurismo poético aplicado a la música. Utiliza ruidos de motores, ruedas, hélices, fuelles, etcétera.

Concreta: afán por ampliar la organización rítmica y tímbrica de los ruidos. Recoge cualquier ruido, ya sea de la naturaleza o producido por la técnica, que se graba en cinta magnetofónica y se manipula electrónicamente. Un ejemplo es la Sinfonía para un hombre solo de Pierre Henry.

Electrónica: mientras que en la música concreta se recogen sonidos reales y luego se manipulan, en la música electrónica se fabrican nuevas sonoridades a base de aparatos electrónicos. Un ejemplo es el Estudio I y II de Karlheinz Stockhausen.

Aleatoria: nace como reacción al dodecafonismo. Para sus representantes es un error tratar de reproducir exactamente cada sentimiento que produce la música, con lo que una obra no queda definida hasta el momento de su ejecución, siendo fundamental la improvisación del ejecutante. Un ejemplo es la Música de cambios para piano de John Cage.