Desarrollo de la expresión vocal en base a músicas tradicionales, folklóricas, populares y otros ámbitos

2. Profilaxis vocal como cuidado preventivo

La voz humana es un instrumento maravilloso. Es nuestro medio más eficaz para la comunicación. Utilizamos la voz en muchas áreas en nuestra vida social, en el ocio y también en el ámbito laboral. Cada persona tiene su propia voz, que la hace única, es parte de su identidad, lo que la identifica. Los usuarios de voz en un entorno laboral, como los cantantes profesionales, suelen ser muy conscientes de ello, de su calidad vocal; mientras que el resto de nosotros, los que no usamos la voz para ganarnos la vida, tendemos a ignorar los cambios de calidad de la voz hasta que se vuelve difícil continuar con nuestras actividades diarias o puestos de trabajo. Desgraciadamente, muchos de nosotros no apreciamos la importancia de una voz sana hasta que llegamos a padecer una patología. En general, una voz sana es una voz que no demanda esfuerzo, ni debe provocar dolor, o cambio significativo en la calidad. Por ello, el reconocimiento temprano de los cambios en la voz es importante para un oportuno diagnóstico y mejores posibilidades de recuperación de la voz.

 

 

Los principios del uso de la voz sana se aplican a todo el mundo, es decir, tanto a profesionales de la voz como al resto de nosotros. Pero dado que son los profesionales los que dedican su vida a la voz, nos centraremos en esta entrada en algunos de los problemas que afectan precisamente a este colectivo. No obstante, son las mismas patologías que pueden aparecer en cualquier hablante, pero que pueden tardar más tiempo en manifestarse o ser menos reconocidas..

Son considerados profesionales de la voz los que la utilizan de manera continua y de ella depende en gran medida la eficacia de su trabajo. Para estos profesionales, la voz es su herramienta de trabajo, es el medio por el cual ejercen su profesión y si existe alguna alteración en ella, se transforma en un motivo de preocupación. Por ejemplo, cantantes, profesores, locutores de radio y televisión, actores, entre muchos otros, son profesionales de la voz.

Mientras algunos profesionales son más estrictos en el cuidado de su voz, como es el caso de los cantantes, por ejemplo, otras profesiones pueden ser más flexibles con el cuidado de la voz, ya que son menos conscientes de ella y pueden convivir con una ronquera aceptable en sus actividades diarias, como pueden ser sacerdotes, abogados, médicos, docentes, vendedores, entre otros. Pero solo cuando esta empeora progresivamente y su voz se debilita es cuando son más propensos a reconocer el problema. Es en este contexto donde la prevención ocupa un lugar fundamental, ya que la prevención de los problemas de la voz es el mejor remedio para una carrera larga y exitosa.

Las técnicas de prevención vocal están incluidas dentro del concepto de higiene vocal. La higiene vocal es en esencia medicina preventiva. Higiene vocal significa práctica vocal que resulta saludable con conductas vocales que no dañen la laringe (Jackson-Menaldi, 1992). Consiste en una serie de normas básicas dirigidas a preservar la salud de la voz y prevenir la aparición de alteraciones o molestias. La prevención incluye una formación adecuada en cuanto al cuidado del tejido de los pliegues vocales a fin de reconocer uno mismo las señales de los problemas en la voz. Resulta muy útil saber identificar cuáles son esos posibles síntomas vocales para prevenir cualquier indicio de patología y acudir a la consulta con el médico especialista.

Por esta razón se recomienda que, en caso de sentir algún cambio en la voz, cansancio vocal o esfuerzo al producirla, y el síntoma persiste durante más de diez días, se consulte a tiempo al médico especialista. El diagnóstico otorrinolaringológico determinará el tratamiento que se debe realizar y en el caso de ser necesaria la posible terapia vocal, el paciente será remitido al rehabilitador vocal, fonoaudiólogo o logopeda especializado a fin de planear adecuadamente el trabajo para solucionarlo.

Así pues, la voz hablada y cantada es producto de un control correcto de la respiración y de los mecanismos vocales, y no de manejos desmesurados de estos. El manejo y la corrección de los problemas vocales implican un trabajo interdisciplinario donde paciente, profesor de canto, teatro, locución, otorrinolaringólogo, fonoaudiólogo, logopeda y otros especialistas trabajan en conjunto con el fin de restablecer la mejor voz posible tanto para la comunicación cotidiana como para el uso profesional.

Pautas generales de higiene vocal para mantener una voz sana

  1. Beber de 8 a 10 vasos de agua diarios.
  2. Limitar el consumo de alcohol y cafeína; ambos deshidratan los pliegues vocales y pueden producir daño en los tejidos.
  3. Evitar el tabaco y las drogas. El tabaco puede ser una de las causas de cáncer laríngeo.
  4. Reconocer, reducir y eliminar hábitos de abuso vocal: conductas o hábitos que tienen un efecto traumático sobre las cuerdas vocales, por ejemplo, los ataques fuertes de sonidos, en especial palabras que comienzan con vocales, tanto en la voz hablada como cantada.
  5. Evitar hablar fuerte. Hacerlo o gritar con ruidos de fondo puede producir un problema vocal. Considere recibir entrenamiento vocal si debe utilizar la voz de forma profesional.
  6. Toser o carraspear para limpiar la laringe puede dañar las cuerdas vocales. Se sugiere sorber pequeñas cantidades de agua para aliviar la inflamación de la garganta.
  7. Prestar atención al reflujo gástrico. El reflujo gástrico frecuente o sensación de ácido en boca pueden ser síntomas cuando los ácidos del estómago llegan a la laringe y producen problemas vocales. Es preciso seguir una dieta adecuada; comer al menos 3 horas antes de ir a dormir.
  8. La utilización de fármacos (con prescripción o sin ella) pueden afectar a las cuerdas vocales. Algunos pueden deshidratarlas, en ese caso se debe ingerir grandes cantidades de agua.
  9. Protegerse de irritantes potenciales. Irritantes ambientales como polvo, químicos, tabaco, aire seco, aire acondicionado.
  10. Prestar atención a problemas odontológicos. Las infecciones en la boca pueden afectar el sistema inmune y como consecuencia repercutir en laringe.
  11. Prestar atención al estrés (físico y mental). La voz se relaciona con las emociones (la tensión o depresión pueden reflejarse en ella). No grite cuando esté enfadado o ansioso. Las técnicas de relajación y respiración pueden mejorar la voz.
  12. Prestar atención a los cambios hormonales en cualquier etapa de la vida de la mujer y el hombre, niño o niña, ya que pueden producir problemas vocales.
  13. Descansar y dormir suficiente, al menos 7 u 8 horas al día.
  14. Dieta equilibrada. Evitar comidas picantes y productos lácteos que puedan llegar a afectar la voz.
  15. Voz ronca o soplada puede ser síntoma de un problema vocal. No use la voz cuchicheada y trate de reposarla en caso de problemas inflamatorios o infecciosos que afectan a la laringe. Si los síntomas persisten por más de 2 semanas, consulte a un especialista.
  16. Prestar atención a las alergias. Estas pueden ser la causa de abuso vocal (Jackson Menaldi et al., 1999).
  17. Tomar clases de técnica vocal. Puede ser muy beneficioso implementar ejercicios de calentamiento antes y después de usar la voz hablada o cantada.
  18. Estar atento a los cambios de calidad vocal. Controlar cualquier cambio de la voz y consultar con un otorrinolaringólogo especializado en voz si el problema persiste más de una semana.
  19. Mantener el flujo de aire en forma suave cuando realiza ejercicios físicos en especial cuando se levanta peso.
  20. Mantener una buena postura.
  21. Proyectar la voz mediante un soporte muscular respiratorio adecuado.
  22. Hablar en tono claro y óptimo. Evitar hablar muy agudo o muy grave, ya que se puede dañar el mecanismo vocal.

Recuerde que su voz es su herramienta de trabajo, por ello valore su voz, escuche su voz, invierta en la salud y el cuidado de su voz y asista a revisiones periódicas de su voz con el médico especialista.