(La Paz - La Razón)
Conservan los recursos genéticos de varias especies fuera de su hábitad.
¿Sabía usted que Bolivia es uno de los 15 países con mayor diversidad biológica del mundo, que alberga cerca de las tres cuartas partes del total de especies biológicas del planeta?
En base a ese cuestionamiento la Fundación Proinpa explica que Bolivia es un país megadiverso por las variadas características topográficas y climáticas que permiten la existencia de muchas especies.
En Bolivia hay una gran riqueza de tubérculos como la papa, oca, papalisa e isaño; raíces como el yacón, racacha, achira y ajipa; y granos andinos como la quinua, amaranto y kañawa. Todos tienen grandes potencialidades y ventajas para su cultivo, alimentación, medicina y agroindustria.
“Cada una de estas variedades es un fragmento de nuestra historia, éste es uno de los legados más importantes de nuestros antepasados nativos. Ahora es nuestra responsabilidad resguardar esta riqueza genética que se ha mantenido por siglos”.
Proinpa realiza acciones de fomento para su uso, transformación y comercialización. Pero la acción más importante es su conservación a largo plazo en ambientes especialmente construidos para este fin llamados Bancos de Germoplasma.
En Bolivia existen cinco bancos regionales y dos nacionales. El Banco Nacional de Germoplasma de Tubérculos y Raíces Andinas y el Banco de Germoplasma de Granos Andinos, “los cuales resguardan un patrimonio nacional que el Estado a través de MAGDER (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rurar) encomendó para su custodia y cuidado a la Fundación Proinpa”.