Desarrollo de la expresión vocal en base a música tradicional, folklórica, popular e internacional, en función de la educación intra e interculturalidad.

3. Las posibilidades expresivas de la voz: sonido, la palabra y el canto

 Hoy en día todavía este es un debate controvertido. Mucha gente piensa que la danza debe ser la expresión del movimiento puro. Sólo movimiento. Pero nuestras preferencias estéticas y las del espectador no pueden coartar las necesidades ni la libertad de la mente creadora. Por otra parte, la finalidad última del creador no es mostrar su habilidad y destreza en el descubrimiento y la ejecución de movimientos, sino comunicar y expresar a través de ellos, y de todos aquellos recursos que considere adecuados. Otra cuestión es que un espectador acuda al teatro con la idea de ver un tipo de danza que luego no corresponde con sus expectativas. En ese sentido tal vez se podría hacer un esfuerzo en la descripción de la obra aclarando si la obra representada es teatro físico, danza teatro, ballet, ballet neoclásico, ballet contemporáneo, danza contemporánea, espectáculo multidisciplinar, etc.

 En las últimas décadas las artes escénicas en general, y la danza en particular, exploran con recursos muy diversos que no son exclusivos o propios de su arte. Estos recursos se fusionan creando espectáculos multidisciplinares, sobre los cuales cabe decir que no siempre podemos encasillarlos en una disciplina concreta, ya que el lenguaje vertebrador pierde el protagonismo, en nuestro caso el movimiento, y no predomina ninguno de ellos. Y aquí entramos en otro debate que no vamos a tratar. Lo cierto es que desde hace ya tiempo existen coreógrafos/as que hacen regularmente uso de la voz en sus creaciones, lo cual nos obliga a plantearnos la necesidad de darle más importancia al estudio y entrenamiento de la voz en las enseñanzas de la danza. Al igual que un actor entrena también su cuerpo, los bailarines deben estar preparados para utilizar correctamente la voz en un escenario.