La música como medio de intercambio de información y comunicación en los diversos ámbitos sociocomunitarios.

4. La música folklórica en Bolivia y sus características según las zonas geográficas.

La música popular folclórica boliviana ha sufrido muy pocas transformaciones debido al aislamiento geográfico del país. Todavía se utilizan instrumentos prehispánicos, como las variantes del Siku o de la quena. Algunas de las músicas típicas de las regiones orientales amazónicas y chaqueñas y andina bolivianas son el tinkus, el taquirari, la chovena, kaluyo, huayño, etc. Numerosas y muy variadas son las danzas típicas sea en las áreas oriental tropical como en las áreas andinas.

Aunque las tradiciones musicales de los Andes han evolucionado a partir de una serie de influencias preincaicas, incas, españolas, amazónicas e incluso africanas, cada región de Bolivia ha desarrollado tradiciones musicales características, así como danzas e instrumentos. El sonido de la música andina, desde el frío altiplano, es adecuadamente persistente y lastimero, mientras que el de la más cálida Tarija, con su complemento de extraños instrumentos musicales, ofrece unos tonos más vibrantes y llenos de colorido. Aunque la música original andina fue exclusivamente instrumental, las tendencias hacia la popularización de magníficas melodías han inspirado el añadido de incas apropiadamente trágicas, agridulces o taciturnas.

                         

En el extremo oriental de las tierras bajas del norte de Bolivia, la influencia jesuita sobre el talento musical chiquitano, moxos y guaraní ha dejado un legado singular que todavía se pone de manifiesto y que se mantiene particularmente fuerte en las tradiciones musicales de la vecina Paraguay. Además de las aventuras económicas, los jesuitas estimularon la educación y la difusión de la cultura de la epoca entre las tribus. Artistas y músicos extremadamente capaces, los indios crearon instrumentos musicales de artesanía (los famosos violines y arpas que se fabrican actualmente en el Chaco), y aprendieron e interpretaron la música barroca italiana, incluida la misma ópera. Ofrecieron conciertos hasta en los lugares más remotos, con actuaciones de danza y teatro, que podrían haber competido a escala europea. En Bolivia, a los espectáculos de música popular se les llama peñas y funcionan en la mayoría de las grandes ciudades, tanto para los lugareños como para los turistas.