La música como medio de intercambio de información y comunicación en los diversos ámbitos sociocomunitarios.

2. El sonido en nuestra vida cotidiana y en los ámbitos sociocomunitarios.

En nuestra vida cotidiana, cientos de sonidos alcanzan nuestros oídos. Algunos nos producen placer, nos gustan, pero otros nos repelen y nos provocan malestar. A partir del oído, que es uno de nuestros cinco sentidos, somos capaces de percibir el sonido, que es un estímulo recibido por parte de nuestro cuerpo. Pero a su vez también estamos capacitados para generar sonido, no sólo a través de elementos o aparatos mecánicos o electrónicos, si no naturalmente, por ejemplo, con nuestra voz, a través de la puesta en funcionamiento de nuestras cuerdas vocales. 

Dentro de la física, el sonido es un fenómeno que se produce a partir de la puesta en movimiento de ondas que son elásticas y que tienen la capacidad de propagarse, expandiendo el alcance de ese movimiento, que es una vibración, más allá de que sea audible o no. Esas ondas, al contacto con el aire, producen un sonido que es captado por el cerebro, siempre teniendo como intermediarios a los sentidos, como en este caso, el oído.

    

Nuestra voz es un perfecto ejempo de esto, ya que es una fuente de vibración y que dicha vibración es producida por el movimiento de las cuerdas vocales, que permiten de ese modo generar sonido. Además, también los humanos somos capaces de generar sonido no sólo naturalmente sino también a partir de aparatos electrónicos como los instrumentos musicales o de manera artificial como por ejemplo si movemos en el aire un par de llaves.

Asimismo, del mismo modo que podemos efectuar sonido, también lo percibimos: como dijimos antes, mediante el oído, que es el sentido que se pone en acción al recibir desde el exterior un estímulo auditivo, es decir, que debe ser el oído quien actúe para que el cerebro pueda recibir el estímulo, y no ninguno de los demás sentidos. Al recibir el estímulo el cerebro, también luego es capaz de interpretarlo, por ejemplo: si esuchamos el ladrido de un perro por la noche en el patio de nuestra casa, podemos interpretar que hay alguna persona que se está acercando o que está transitando por nuestro patio o también cuando escuchamos una canción determinada y esa canción nos evoca algún recuerdo de algún momento que para nosotros fue memorable.

El sonido se diferencia del ruido porque no produce un malestar o un daño, sino que se mantiene en el nivel que no es perjudicial para el oído.