ALIMENTOS Y NUTRIENTES QUE REQUIEREN LOS SERES VIVOS
2. Aparatos y sistemas que intervienen en las funciones de nutrición.
El primer aparato implicado en la nutrición es el aparato digestivo que transforma la materia orgánica en moléculas asimilables por las células del organismo.
El aparato digestivo está formado por el tracto gastrointestinal, también llamado tracto digestivo, y el hígado, el páncreas y la vesícula biliar. El tracto gastrointestinal es una serie de órganos huecos unidos en un tubo largo y retorcido que va desde la boca hasta el ano. Los órganos huecos que componen el tracto gastrointestinal son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. El hígado, el páncreas y la vesícula biliar son los órganos sólidos del aparato digestivo. El intestino delgado tiene tres partes. La primera parte se llama duodeno. El yeyuno está en el medio y el íleon está al final. El intestino grueso incluye el apéndice, el ciego, el colon y el recto. El apéndice es una bolsita con forma de dedo unida al ciego. El ciego es la primera parte del intestino grueso. El colon es el siguiente. El recto es el final del intestino grueso.
Las bacterias en el tracto gastrointestinal, también llamadas flora intestinal o microbiota, ayudan con la digestión. Partes de los sistemas nerviosos y circulatorios también ayudan. Trabajando juntos, los nervios, las hormonas, las bacterias, la sangre y los órganos del aparato digestivo digieren los alimentos y líquidos que una persona come o bebe cada día.
La digestión es importante porque el cuerpo necesita los nutrientes provenientes de los alimentos y bebidas para funcionar correctamente y mantenerse sano. Las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas , los minerales y el agua son nutrientes. El aparato digestivo descompone químicamente los nutrientes en partes lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo pueda absorber los nutrientes y usarlos para la energía, crecimiento y reparación de las células.
El aparato Respiratorio
La utilización de los nutrientes por las células para obtener energía, implica la necesidad de oxígeno procedente del exterior que debe incorporarse a través del aparato respiratorio.
El aparato respiratorio se encarga de la respiración, proceso de la nutrición que consiste en el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono) entre el medio ambiente y la sangre. El oxígeno pasará de la sangre a las células, las cuales lo utilizarán mediante el proceso metabólico de la respiración celular y producirán dióxido de carbono que será expulsado al exterior.
Nuestro organismo obtiene oxígeno del aire para oxidar los nutrientes obtenidos mediante el aparato digestivo y obtener energía.
Al proceso por el cual se obtiene el oxígeno del aire para conseguir la energía necesaria para vivir le llamamos respiración.
El aparato Circulatorio
Para llevar los nutrientes a las células del cuerpo precisa de un aparato circulatorio .
En estos procesos se producen sustancias de desecho, que deben ser eliminadas por un aparato excretor.
El sistema o aparato excretor es el encargado de eliminar las sustancias tóxicas y los desechos de nuestro organismo.
El sistema excretor está formado por el aparato urinario, los pulmones y la piel. El aparato unitario lo forman los riñones y las vías urinarias.
Al sistema excretor debe añadirse el intestino grueso o colon, que acumula desechos en forma de heces para ser excretadas por el ano.
Los riñones son dos órganos con forma de poroto, de color café, situados a ambos lados del cuerpo por debajo de la cintura.
La orina es un líquido amarillento compuesto por agua, sales minerales y sustancias tóxicas para el organismo como la urea y el ácido úrico.
Luego la orina pasa a través de las vías urinarias.
Las vías urinarias están formadas por los uréteres, la vejiga y la uretra.
Los uréteres son dos tubos que salen uno de cada riñón y van a parar a la vejiga urinaria. Por ellos circula la orina formada en los riñones.
La vejiga urinaria es una bolsa de paredes elásticas que almacena la orina hasta el momento de la expulsión. Para que la orina no salga continuamente, existe un músculo llamado esfínter, que cierra la vejiga.
La sangre sale del riñón mediante la vena renal. Ya no contiene urea ni ácido úrico, pero todavía tiene dióxido de carbono. Por ello pasa a la vena cava y de ahí al corazón para dirigirse finalmente a los pulmones.