LINGÜÍSTICA

2. Formas alternas de lectura: bioindicadores, y zooindicadores, tejidos, artesanía

Bioindicador y zooindicadores

Un bioindicador es un indicador consistente en una especie vegetal, hongo o animal; o formado por un grupo de especies (grupo eco-sociológico) o agrupación vegetal cuya presencia (o estado) nos da información sobre ciertas características ecológicas, (físico-químicas, micro-climáticas, biológicas y funcionales), del medio ambiente, o sobre el impacto de ciertas prácticas en el medio. Se utilizan sobre todo para la evaluación ambiental (seguimiento del estado del medio ambiente, o de la eficacia de las medidas compensatorias, o restauradoras).

El principio consiste en observar los efectos biológicos, individualmente o en las poblaciones de diferentes ecosistemas (a escala de la biosfera o a veces de grandes biomas). 
Estos efectos deben ser medibles vía la observación de diversos grados de alteraciones morfológicas, alteraciones de comportamiento, de los tejidos o fisiológicas (crecimiento y reproducción), lo que, en casos extremos, lleva a la muerte de estos individuos o a la desaparición de una población.


El liquen, por ejemplo, es un bioindicador eficaz de la contaminación del aire en un bosque o en una ciudad. Existen otros indicadores para medir los efectos sobre la diversidad biológica.

Los Bioindicadores son organismos (o restos de ellos) que ayudan a descifrar o descubrir algún fenómeno o acontecimiento pasado o presente que esté relacionado con la zona a estudiar. Las especies tienen requerimientos físicos, químicos, de estructura del hábitat y de relación con otras especies, teniendo unos límites determinados según organismos. Estos límites suelen determinar su supervivencia (límites máximos), crecimiento (límites intermedios), o su reproducción (límites más estrechos), siéndonos más útiles, como indicadores ecológicos, las especies con rangos más estrechos de tolerancia (podremos deducir con mayor precisión la presencia o concentración de un determinado agente contaminante).

Tejidos, artesanía 

Las campesinas del Altiplano utilizan telares muy sencillos, que sólo necesitan cuatro estacas para funcionar.
Esta asequibilidad les permite efectuar sus trabajos artesanales mientras cuidan el ganado o desarrollan otras tareas.

Los centros más importantes de esta artesanía se ubican en Chazaraní (La Paz), con telas de franjas policromadas; Potolo (Chuquisaca), con figuras de aves y animales mitológicos ubicados en diagonales; tanto en esta localidad como en la de Ravelo se utiliza talar vertical.
Finalmente en Macha (Potosí) la producción es de tejidos con la técnica denominada urdimbre complementaria, que pueden ser en dos o en tres colores.
Las prendas más representativas de la indumentaria femenina son el ajau (pollera), la llijlla (manta para los hombros), el chumpi (faja) y la chuspa, una bolsita para llevar la coca.