El Dibujo y la Pintura en las Expresiones Artisticas
3. Teoría del color y sus armonías
La armonía de los coloresArmonizar significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición. En las artes visuales, las cualidades expresivas constituyen un importante objeto de estudio en el campo del color. Los teorizadores se han referido sobre todo a lo que se conoce con el nombre de armonía del color. Se intentó clasificar todos los valores del color en un sistema universalmente válido y objetivo.
Los primeros sistemas eran bidimensionales: describían la secuencia y las relaciones recíprocas de los tintes mediante un círculo. Más tarde cuando el color se determinaba en tres dimensiones (tinte, claridad, saturación) se incorporaron esquemas tridimensionales. La armonía es esencial ya que si han de relacionarse entre si todos los colores de una composición, deben ajustarse a un todo unificado. Existen objeciones más fundamentales al principio sobre el cual se basan las reglas de la armonía del color.
Este principio concibe una composición de colores como un conjunto donde todo se ajusta a todo. La teoría tradicional de la armonía del color se refiere solo a la obtención de conexiones y al hecho de evitar separaciones y por lo tanto en el mejor de los casos, resulta incompleta. En todas las armonías cromáticas se pueden observar tres colores:
Uno dominante: que es el más neutro y de mayor extensión, sirve para destacar los otros colores que conforman nuestra composición gráfica, especialmente al opuesto.
El tónico: es el complementario del color
de dominio, es el más potente en color y valor, y el que se utiliza como nota
de animación o audacia en cualquier elemento (alfombra, cortina, etc.)
El de mediación: que actúa como conciliador y modo de transición entre cada uno de los dos anteriores, suele tener una situación en el círculo cromático cercano a la de color tónico.
Por ejemplo: en una composición armónica cuyo color dominante sea el amarillo, y el violeta sea el tónico, el mediador puede ser el rojo si la sensación que queremos transmitir sea de calidez, o un azul si queremos que sea más bien fría.
Combinaciones
Existen cinco formas clásicas de combinar colores:
Combinaciones Monocromáticas
Consiste en utilizar un solo color y sus
matices (Ej. verde claro, verde intermedio y verde oscuro). Esta
"monotonía" se puede atenuar: 1) aplicando distintos tipos de
texturas que sean las que provoquen contraste y 2) utilizando matices de color
muy distanciados (Ej. azul claro, azul oscuro).
Combinaciones por Analogía
Consiste en reunir colores que incluyan
todos un mismo color como base (Ej. amarillo, amarillo-verdoso y
amarillo-anaranjado).
Esta combinación está dada por colores que en el círculo cromático son
adyacentes, ósea que están uno al lado del otro. Por ejemplo, un color primario
y los dos que están a su lado.
Combinaciones de Complementarios
El complementario es
aquel color que trazando, en el círculo cromático, un diámetro desde cualquier
color, es tocado por ese diámetro (Ej. verde y rojo). Los complementarios de
los primarios, por ejemplo, son los secundarios.
Las combinaciones de colores complementarios producen el mayor grado de
contraste sin caer en la desarmonía. En decoraciones aburridas o poco vitales,
podemos animarlas con detalles en colores complementarios.
Combinaciones por Complementos Divididos
Esta combinación se consigue utilizando un color y los adyacentes de su
complementario.
Combinaciones por Tríos Armónicos
Tomando como punto de partida cualquier
color, podemos trazar un triángulo equilátero en el círculo cromático, que nos
dará, en sus vértices, los otros dos colores restantes que forman el trío
armónico. Por lo tanto, el trío armónico está formado por los tres colores que
quedan en los vértices si trazamos un triángulo equilátero en el círculo
cromático.
De esta manera los primarios forman un trío armónico entre sí, igual que los
secundarios. Por tratarse de una combinación demasiado violenta (colores que
"chocan" entre sí), se utilizan relativamente poco y con mucho
cuidado.