Músicas de la diversidad cultural boliviana.

9. Idiofonos

9.3. Chajchas

Este instrumento consiste, por lo general en la reunión de cierto número de uñas de cabras, mediante ataduras en sartas o racimos, agitado o sacudido el instrumento, chocan las uñas unas contra otras produciéndose el sonido. En Bolivia más se conoce con el nombre de Chajchas. La mayor parte de los conjuntos folklóricos poseen este instrumento. Otra forma de uso de este sonajero la practican los danzarines al ajustado al rededor de sus tobillos y muñecas.


Clasificación

Este sonajero es un idiófono de golpe indirecto, que produce su ruido por sacudimiento de la ristra, racimo o hilera. (Hornbostel y Sachs).

Dispersión

El sonajero de pezuñas o uñas de cabras con su aporte sonoro los convierte en genuinos instrumentos musicales.

Este instrumento sonoro ha conseguido mantenerse vigente como una de las expresiones vernaculares más representativas del folklore Boliviano. Ha alcanzado una extensa difusión como instrumento común a casi todos los folklóricos de Bolivia. Por lo general en conjuntos vocales instrumentales. Ejemplo. Orquesta Folklórica con instrumentos nativos de la Escuela Nacional de Folklore “Mauro Nuñez Cáceres”, dependiente del Viceministerio de Cultura de Bolivia, fuera del país su presencia infatigable se distingue en la República Argentina, Paraguay, Brasil y en toda América.

Construcción

Se trata, en principio, de un conjunto o montón de uñas de animales como cabras, cerdos, venado o de otro animal no muy grande. Estas uñas, vacías, son como campanitas; para convertirlas en instrumento se las reúne en racimos o hileras. Para esto se hace una perforación en el vértice y se introduce por el agujero un hilo o cordón de un material duro, anudado sobre si mismo, de modo que el nudo no pase por el agujero y quede la uña pendiente boca abajo.

Su materia prima o elementos para su construcción abunda en las regiones rurales del Departamento de Chuquisaca, Monteagudo, Muyupampa, Yamparáez. La región de Chayanta del Departamento de Potosí y toda la región del altiplano Boliviano.

Para sujetarlo, se entorchan con otro hilo, la de suspensión a las uñas junto, de este modo la campanita queda fija en el extremo. De otro modo se vale de una trenza mayor para su mejor rapidez en el manejo en la mano.

Ejecución

En Bolivia es frecuente el empleo de las pezuñas, suspendidos por su hilo juntos en racimo o hilera a partir de una altura sonora base; suenan al entrechocar cuando se agita o sacude el manojo entero. Su empleo es común a hombres y mujeres; puede sacudirse simplemente con la mano o, indirectamente, al mover el miembro en que se ha fijado.

Música y ritmo

Acentúa el compás de la danza, generalmente interviene en conjuntos con guitarras, cajas, bombos, quenas, charangos y sikus, etc., y como es natural, emplea con profusión toda clase de ritmos en función de adornos. Por eso, y por la técnica de ejecución se comprende que su fórmula sea una serie regular de golpes fuertes entre el rumoreo de las uñas que se rozan.