Músicas de la diversidad cultural boliviana.

8. Cordófonos

8.5. El Arpa

Es uno de los instrumentos musicales de cuerdas pinzadas más antiguos que existen, cuya denominad ha alcanzado un valor genérico a través de los siglos cuyo término nos encontramos en la existencia simultánea del arpa orquestal moderna y arpa criolla.

Es instrumento armonioso, y en el sonido semejante a la espineta, porque todas las cuerdas van subiendo en semitono y por eso le llaman algunos "espineta levantada". Por su antigüedad el arpa ha sido un instrumento emblemático, asociado por distintas civilizaciones a orígenes ultraterrenos.

El arpa es uno de los cordófonos punteados más singulares, tanto por su configuración - sus cuerdas están tendidas en regular progresión entre unos bastidores o montantes que forma ángulo, como por su orígenes y expresión. Asimismo el Arpa predomino en la música de la Mesopotamia y Egipto durante más de treinta siglos, en cuyo transcurso presentó diversas formas y tamaños.

Existen dos tipos de arpa, la angular y la arqueada, junto a un tipo primitivo de lira de forma fundamentalmente cuadrada, se convirtieron en los instrumentos dilectos empleados en la música culta. Uno de los ejemplares híbridos de arpa, encontrados en Ur, hoy conservado en el museo de Irak, posee una caja acústica en forma de embarcación, rematada por una cabeza de buey; dos brazos en ángulo, unidos por un travesaño, conforman el famoso ejemplar de arpa Sumeria — La genealogía de este tipo de arpas es probable que remonte a cuatro mil años antes de Cristo. En el mismo museo — hoy en el Louvre — se guardaba otro tipo de arpa (c. 1900 ac) representado en una pequeña terracota procedente de Eshunna, que muestra a su tañedor sentado, se trata de un espécimen vertical de siete cuerdas. Un arpa horizontal más o menos evolucionados la hallamos en los relieves del palacio de Ninive, cerca de Dur — Sharrukin, cuya antigüedad puede fecharse alrededor de 700 a. c.. Las cuerdas en número de ocho, están ubicadas horizontalmente con respecto a la posición del músico, que la tocaba de pie, su caja acústica es estilizada rectangular y el mástil está constituido por una pieza cilíndrica que imita a modo de fantasía un brazo humano.

Durante el renacimiento llegarían a originarse dos tipos de arpa bien definidos, la de carácter diatónico — con 25 a 27 cuerdas y, más tardíamente, la cromática que poseía dos órdenes el primero provisto de 27 a 29 cuerdas diatónicas y de 15 a 18 cromáticas el segundo. Debido a sus cualidades musicales, llegaría a competir dignamente con los instrumentos de teclado, sobre todo a partir del último tercio del siglo XVI. Fue ganando terreno dentro de la música instrumental y de acompañamiento por delante de la vihuela y del laúd. El arpa llegó a convertirse en un signo de distinción, de delicadeza, como lo denotan los numerosos de los siete libros de la diana de Jorge Montemayor (c. 1520-1651).

El arpa criolla procede directamente de la europea. Triunfante en los salones españoles durante la época del descubrimiento, el arpa llega a América, tuvo gran aceptación en las ciudades coloniales del Pacifico y especialmente logrando sentarse en varias zonas de Bolivia: Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y Oruro conservándose prácticamente sin cambios hasta nuestros días. Así el arpa criolla es virtualmente idéntica a su similar europea del siglo XVI, instrumento que en el viejo mundo siguió evolucionando y solo conservó sus características en América.

                                         

Clasificación

El arpa es un cordófono compuesto, más singular, tanto por su configuración sus cuerdas están tendidas en regular progresión entre unos bastidores o montantes que forman ángulo como por sus orígenes y expansión. Pertenece a la familia de laúdes con mango.

Descripción

Por lo que respecta al arpa propiamente dicha, consiste en una serie de cuerdas paralelas sujetas a un marco triangular, tensas, puestas en vibración por los dedos del ejecutante; como en el piano cada una de ellas da un solo sonido. En líneas generales, la parte exterior del arpa criolla es similar al arpa orquestal moderna, además carece de pedales y su mecanismo accesorio.

Está compuesto de: Caja, consola o clavijero y columna o mástil. La caja es bastante ancha en su base, afirmándose hasta terminar casi en punta, lleva una aventura o boca circular a un costado de la base, y existen ejemplares con dos o más bocas en la tapa. El clavijero, es una tabla que cierra el triángulo en su parte superior, a través de la cual se insertan las clavijas que sujetan las cuerdas y permitan afirmar el instrumento tensándolas. El mástil es una madera recta y delgada, de sección cuadrangular o circular que una caja y clavijero y soporta la tensión de las cuerdas; la columna puede ser completamente lisa o presentar molduras torneadas. La mayoría de los arperos consideran necesarios treinta y seis cuerdas, cantidad considerada normal.

Dispersión

El arpa llega a América con las corrientes colonizadoras logrando asentarse en varias zonas del nuevo continente, donde arraiga con mayor firmeza y más aceptación durante el periodo colonial y mucho más al sentir nativo, le permitieron transformarse como instrumento vernacular en varios países latinoamericanos.

Su presencia musical en Bolivia fue decisiva en los departamentos de Chuquisaca Cochabamba, Potosí y Oruro. Tuvo gran importancia en este arte y en las técnicas de ejecución y construcción de instrumentos integradas en su totalidad por nativos ejecutando música del raigambre nacional de bailecitos, cuecas, pasacalles, huayños, carnavalitos y otros de la considerable variedad de ritmos bolivianos.

Pero su existencia como instrumento de moda en los salones ciudadanos se vio en peligro ante la aparición de un instrumento que comenzó a difundirse en la segunda mitad del siglo XVIII y desde el primer momento asombró por la variedad de recursos: el piano Forte. Este instrumento desplazó al arpa de los salones y la relegó a los centros urbanos alejados. Así es como el arpa, desplazada del lugar que ocupaba en la música de la ciudad, se folkloriza y pasa al nivel de la música popular, sin embargo en las zonas rurales de los departamentos citados, como Zudañez. Monteagudo. Muyu pampa, y así como en Tacobamba (Potosí) y otras poblaciones, su uso está plenamente vigente especialmente en las festividades de Todos Santos, misas para niños, cumpleaños y se tañe también en el oriente Boliviano muy difundido en la Chiquitania (Santa Cruz), Guayaramerín y otras regiones, donde su empleo perdura hasta nuestros días y en las que aun hoy se encuentra, están estrechamente relacionadas con las anteriores, México, Perú y Paraguay siguiendo centro de importancia, en nuestro país el arpa es instrumento folklórico.

Ocasión

En tiempos de las misiones jesuíticas formaba parte de los conjuntos que proveían de música las celebraciones de la Iglesia. En su periodo de mayor florecimiento fue utilizando como instrumento solista en los salones de más categoría social — por lo general en conjunto con dos guitarras cuyos ejecutantes son a la vez cantores.

Construcción

Este instrumento ha alcanzado una técnica de construcción, con múltiples variantes en el área andino, hechos de madera laminada, madera labrada, poros grandes, armadillos grandes y otros. Su estructura actual y tradicional es, casi exactamente, la del arpa española de 1600. La caja más ancha con dos patas, en lugar de las cuatro antiguas. Los fabricantes de arpas construyen separando cada una de las tres secciones principales del instrumento, las cuales no se encolan entre sí, sino que ensamblan una con la otra. Gracias a la tensión que ejercen las cuerdas. Las maderas que se emplea actualmente son el cedro, nogal y algarrobo para el armazón, el pino para la tapa. Sus cuerdas son generalmente de tripa de animales; en la actualidad se reemplazan por cuerdas Nylon habitualmente entorchadas en las cuerdas graves.

Las clavijas son de madera dura insertadas a presión en los orificios del clavijero.

En el extremo inferior las cuerdas se fijan a la tapa de la caja armónica. En la tapa se perforan tanto agujeros como cuerdas tenga el instrumento, a la vez se refuerza encolando un listón de madera, longitudinalmente, de modo que los orificios lo atraviesen junto con la tapa armónica. Se anuda cada cuerda a un clavo cónico de madera, que luego se inserta ordenadamente en el agujero correspondiente; hace que aquello queden firmemente en su sitio y soporten la considerable tensión de las cuerdas sin necesidad de ningún otro dispositivo.

Sus lados y el fondo de la caja se hallan constituidos por cuatro tablas unidas en arista, y la tapa consta de una o dos piezas encoladas a los lados. El extremo superior remata en un taco macizo, con una ranura en la que calza el clavijero. La base presenta en su parte superior una saliente perforada, destinada a recibir el extremo inferior del mástil, y en la inferior las dos patas cortas sobre las que apoya el instrumento. La caja tiene a un lado una boca circular de regular tamaño. Es evidente que en la construcción de arpas se ha mantenido viva la tradición desde que el instrumento llegara de España hasta nuestros días, en que ha cobrado nuevo auge esta artesanía simultáneamente por el interés por nuestra música folklórica.

Ejecución

La técnica de ejecución no difiere del modo de ejecución del arpa orquestal, salvo en ausencia de pedales. El intérprete sentado apoya ante sí el instrumento en el suelo reclinando el extremo superior de la caja sobre su hombro derecho. Por lo común mientras los dedos de la mano izquierda pulsan las cuerdas graves y la derecha en el ángulo, lo normal es que este ejecuta la melodía, por lo general en terceras, logrando así además de un sonido distinto, la emisión de armónicos. Para subdividir la cuerda tañida se emplea el pulgar, con el cual, junto con el índice y el medio, se realiza la digitación. Los sonidos se apagan con las manos extendidas.

Música

La música ejecutada en este instrumento posee una armonía sencilla y no es modulante. La mayor parte del repertorio está en Do mayor; en aquellas piezas donde la tonalidad cambia, el ejecutante modifica la afinación de las cuerdas antes de comenzar a tocar. El arpa se adaptó a las permanentes variaciones de la moda en materia de repertorios, primeramente en los centros importantes y más tarde también en los pueblos de campaña donde empleando en la interpretación de danzas criollas, que llegaron a constituir la parte fundamental de su patrimonio en las zonas rurales; bailecitos, cuecas, huayños, pasacalles, y en la región oriental del país (Santa Cruz) pudo notarse la difusión del arpa en torno del medio artístico citadino interpretando, carnavalitos, Taquiraris y Chovenas, desde la Colonia al presente. Generalmente, interviene en conjuntos con guitarras, cajas, bombos, etc., y, por su puesto, emplea con profusión toda clase de arpegios en función de adornos.